14 de junio de 2006

el yesQuero No. 106
Columna periodística de análisis y crítica política
Correo electrónico:
elyesquero@gmail.com; www.elyesquero.blogspot.com; Medellín, Colombia

El origen del fuego amigo
Escuela del dolor

Por
Rafael Rincón (*)

El pasado viernes 9 de junio, 188 representantes a la Cámara del Congreso de los EE. UU. –incluidos 30 republicanos– votaron afirmativamente una enmienda (HR 1217) que recorta el presupuesto de la Escuela de las Américas (School of the Americas, SOA). Faltaron 30 votos para que las organizaciones de derechos humanos consiguieran un objetivo que han estado trabajando durante años: eliminar la llamada “escuela de la vergüenza”, en donde especialmente los militares latinoamericanos se forman para la tortura y las ejecuciones extrajudiciales.

La SOA, hoy Instituto de Defensa para la Cooperación de Seguridad Hemisférica (Whinsec), fue creada en territorio panameño (1946), y después trasladada al estado de Georgia, EUA, con el objetivo de dar entrenamiento en técnicas de inteligencia militar, control de la subversión, interrogación y tácticas de contraguerrilla a militares de los ejércitos latinoamericanos.

Manuales confidenciales, pero desclasificados en 1996 por el Departamento de Estado, y publicados por el National Security Archive[1], detallan el entrenamiento dado a las fuerzas armadas sin tener en consideración la situación de los derechos humanos. Manuales de operación en los que se recomienda el uso de la tortura, la extorsión y la ejecución sumaria, definiendo como objetivos de control a aquellos que "perteneciesen a organizaciones sindicales", "distribuyesen propaganda en favor de los trabajadores o de sus intereses", "simpatizasen con manifestaciones o huelgas" o hicieran "acusaciones sobre el fracaso del gobierno en solucionar las necesidades básicas del pueblo" (Manual de Contrainteligencia)[2].

La SOA/Whinsec ha tenido un alto costo en vidas y presupuesto para el Estado colombiano. Las condenas del Consejo de Estado contra el Ministerio de Defensa son un reconocimiento de las “fallas del servicio” por errores militares, fuego amigo, o acciones premeditadas, para los cuales han sido entrenados muchos militares colombianos. Es que los egresados de la Escuela de las Américas, como el Coronel Bayron Carvajal (07-03-1985 a 19-04-1985: Curso de orientación de armas de combate), recientemente comprometido con la masacre de 10 policías antinarcóticos en Jamundí (Valle), han originado enorme daño a la población colombiana.

Mientras los militares pasan con orgullo por el antro del dolor, llamado Escuela de las Américas, en donde son graduados en el “arte de la guerra”, los líderes de movimientos sociales, de organizaciones políticas de oposición y defensores de derechos humanos son amenazados, asesinados, torturados, obligados al exilio y perseguidos como delincuentes, guerrilleros y terroristas, todo en nombre del programa de “la libertad, la paz y la fraternidad”, consigna de la desdichada academia.

La Escuela de las Américas le ha hecho más daño al ejército que a la guerrilla. La fuerza pública en algunos municipios de Colombia tiene una “alambrada” de relaciones, que no omite escrúpulos, para ejecutar acciones combinadas, hijas de dañados y punibles ayuntamientos con el narcotráfico, con las autodefensas y con la delincuencia común, como los casos de San José de Apartadó, de Mapiripán, de Guaitarilla o la última de Jamundí.

La Escuela de las Américas no acabó con la guerrilla en Colombia y mucho menos con sus causas, pero sí menoscabó la formación ética del ejército (el ser humano como fin). Vender operaciones al narcotráfico, repartirse una “guaca”, inventarse resultados positivos, disfrazar campesinos de subversivos para reportar mayor número de bajas, ingeniarse enfrentamientos, ofrecer recompensas y torturar son comportamientos aprendidos, descritos en los manuales de la SOA/Whinsec y reconocidas tácticas contraguerrilla ahora aplicadas en otros ámbitos.

La participación de militares colombianos en los cursos de la SOA/Whinsec es contraria a la Constitución Política de Colombia por reñir con la dignidad y los derechos fundamentales, como lo han reconocido 188 congresistas norteamericanos. Los oficiales colombianos deberían abstenerse de participar en entrenamientos contrarios a la Constitución.

La calificación de “comunistas disfrazados”, hecha por el presidente Uribe Vélez para dirigirse a los líderes de la oposición, las amenazas de supuestos grupos de autodefensa a estudiantes y profesores de la Universidad de Antioquia son códigos ocultos que algunos militares colombianos, entrenados en la SOA/Whinsec, leen, interpretan y aplican a pie juntillas en favor de una intolerante ideología conservadora contraria a los principios pluralistas de una democracia.

Una propuesta de seguridad democrática debe formar a sus fuerzas armadas en el respeto a todas las personas sin ningún distingo de credo político o religioso y especialmente en el respeto a la dignidad, la tolerancia y la pluralidad.

Medellín, 13 de junio de 2006

(*) Director del Consultorio de Derechos y Gobernabilidad háBeas corpus.

[2] Gill, Lesley. “The school of the Americas, military training and political violence in the Americas”. Duke University Press. 2004.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Valdría la pena que así como muy diligentemente se ocupan de investigar en dónde se entrenan nuestros militares, de la misma forma nos revelaran las fuentes de entrenamiento de nuestra "gloriosa" guerrilla que también participa de manera muy efectiva en el holocausto del pueblo colombiano. Citar una fuente de ese holocausto, olvidándose de las otras les resta credibilidad y autoridad moral.

Anónimo dijo...

Amigo Rincón yo estbe en la Escuela de las Americas y todo lo que usted dice ahí es totalmente falso, a usted le lavaron el cerebro los mamertos comunistas y lo engañaron y lo tienen diciendole mentiras a la gente y usted está quedando en ridículo porque, las personas no son ignorantes y no no tragan entero. La prueba de esto es la reeleción del mejor presidente de la historia de Colombia, amigo recapacite, quítese ese velo de los ojos. Los militares cometen errores como cualquier humano y en el medio militar hay personas buenas y malas como en todas las instituciones del mundo, pero se corrige y se castiga a quienes cometen delitos, esa no es una carrera facil pero quienes están empeñados en ella luchan por hacer las cosas de la mejor manera, y estándando la vida a diario por ti y tu famulia comprendalos. Un amigo Federico Bodensiek. Aachen Alemania


FEDERICO BODENSIEK ORTEGA
Kronemberg 90 52074 Aachen

Anónimo dijo...

La diferencia radica en que el ejército es una organización institucional, oficial. La guerrilla es una organización extralegal que ha incurrido en actos delincuenciales.

Por lo tanto, la crítica es hacia una estructura oficial que delinque. Y el Estado no puede comportarse como en estos casos.Los otros... ya sabemos que son delincuentes. En ninguna parte del artículo que te remití leo que se pretenda decir que la guerrilla es "gloriosa". Y suponiendo, en gracia de discusión - pero que no es este el caso - que no se tuviera autoridad moral para criticar a los del Ejército que esto hacen, eso no quiere decir que lo que se expresa como crítica no sea cierto. La credibilidad depende de los argumentos mismos, no de la pretendida autoridad - o falta de autoridad - de la persona que los esgrime.
Saludos
Ramiro

Anónimo dijo...

Leo lo que dice el texto; no se trasluce en él su posición personal. Las críticas al ejército deben hacerse con toda la responsabilidad que está implicita en los organismos de control democrático, en las investigaciones con hechos probados. Pero en nuestro medio tenemos tres clases de justicia: la responsable, la de los medios y la que cada quien se agencia por su cuenta. Yo me he definido por la justicia respaldada por las instituciones democráticas y en eso no creo que esté equivocado. Mientras reciba e-mails escritos por terceros que denigran de nuestra instituciones debo suponer que su contenido refleja la intención de quien los envía.

Atento lector,

Pedro Aja Castaño

Anónimo dijo...

Estimado Rafael Rincón son muchas las personas colombianas sin mirar más allá de las fronteras que hemos sido víctimas de la Escuela de las Américas escuela del dolor, nosotros los maestros bastante desafortunados con este tipo de acciones.
Felicitaciones buen correo.
Bendiciones.
Cordialmente
Profesor
Héctor

Anónimo dijo...

Excelente artículo!
gracias por compartirlo.
diego

Anónimo dijo...

Me identifico totalmente con lo exdpresado en esta columna. Si a esto agregamos que una de las herencias que dejó el fascismo en América Latina es la fundamentación ideológica prusiana con la forman a los ejércitos desde finales del siglo XIX: Inicialmento con asesores militares alemanes. Hecho que se entroncado y extendido durante todo el siglo pasado hasta nuestros días. Podría decirse inclusive, que los norteamericanos son unos alumnos aventajados de dicha formación.

Alfredo

Anónimo dijo...

Rafa: excelente articulo. conversamos. jorge m