20 de junio de 2006


el yesQuero No. 107
Columna periodística de análisis y crítica política
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Acto de guerra asimétrico
Clima de tortura

Por
Rafael Rincón (*)

El suicidio de tres detenidos (dos árabes y un yemenita) en la base naval norteamericana de Guantánamo, Cuba, fue calificado por el gobierno de Estados Unidos como un “acto de guerra asimétrico contra nosotros” (Contralmirante Harry B. Harris, jefe de la Fuerza de Tareas Conjunta del Comando Sur), mientras que para el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) fue el resultado del estado de turbación en que son mantenidos los presos.

El Centro para los Derechos Constitucionales, ONG estadounidense que defiende a capturados en la Base Naval, afirma que se ha creado un “clima de suicidios” porque ninguno de los capturados tiene conocimiento de su futuro jurídico ni de la duración de la “pena”. De los 460 retenidos sólo 10 han sido inculpados y ninguno ha tenido un debido proceso ni ha sido sentenciado.

La misma Unión Europea ha hecho varios pronunciamientos públicos pidiendo el cierre de este centro penal por ser contrario a los Convenios de Ginebra que contienen el Estatuto de los Prisioneros de Guerra y por desconocer, incluso, la legislación procesal penal estadounidense. Es que los capturados por terrorismo son tratados como entes, combatientes enemigos, que no tienen ningún tipo de derechos constitucionales ni internacionales. No son personas para los Estados Unidos.

Por otro lado, Amnistía Internacional ha acusado a Estados Unidos ante el Comité contra la Tortura de la ONU de crear un “clima de tortura”, es decir de generar todas las condiciones materiales y humanas para que la tortura sea viable en los centros de detención de personas acusadas de terrorismo en Iraq, Afganistán y Guantánamo.

Y es que Estados Unidos posee un manual especial de interrogación aprobado por el Secretario de Defensa, Ronald Rumsfeld, para ser usado en los penales. Este manual permite prácticas de tortura sin que sean percibidas como tales. Además, el gobierno norteamericano tramitó sin éxito una enmienda constitucional para que los agentes de la Central de Inteligencia Americana (CIA) contaran con un derecho a la tortura. Enmienda que fracasó gracias a la oposición liderada por el senador John McCain.

En otras palabras, el gobierno estadounidense considera que tiene derecho a torturar para obtener información en la guerra contra el terrorismo. Así se desprende del memorando de julio 7 de 2004 en donde el abogado Alberto Mora se dirige al Inspector General de la Armada de los EE. UU. informándole del abuso físico y del trato degradante en Guantánamo autorizado al más alto nivel desde Washington.

El doctor Michael Gelles, psicólogo jefe del Servicio de Investigación Criminal Naval (NCSI), consejero del equipo de investigaciones en Guantánamo (JTF-160) sobre técnicas de interrogatorio, confirma que los agentes habían empezado a utilizar técnicas que incluían "contacto físico, trato degradante (a los detenidos se les vestía con ropa interior femenina, entre otros métodos), uso de posturas estresantes y presión psicológica".[1]

Como si fuera poco, hasta la fecha no existe ninguna sanción por tortura o crímenes de guerra contra los verdugos. La sanción más alta que se ha aplicado por muerte derivada de torturas ha sido de cinco meses, que es la misma pena que se le aplica a un ladrón de bicicletas, según el informe de Amnistía Internacional[2].

En Colombia también existe un clima de tortura. En enero de este año, 21 soldados del Batallón Patriotas fueron torturados en el Centro de Instrucción y Entrenamiento de la Brigada VI ubicado en el municipio de Piedras, departamento del Tolima. Por este caso presentó renuncia el Comandante del Ejército general Reynaldo Castellanos actuando más presionado por el cargo de no haber informado oportunamente que por las torturas a los soldados campesinos.

El clima de tortura se vive en los batallones del ejército: En abril de 2004, el soldado Santander Charris Torregrosa, comenzó a perder la vista por su ojo izquierdo debido a una acción que en su momento denunció ante las autoridades; un sargento le arrojó agua de cal en los ojos porque se quedó dormido en uno de los turnos que le tocaba cumplir. Este suceso fue denunciado en el Juzgado 17 de Instrucción Penal Militar, en Malambo (Atlántico).

Dos soldados adscritos a los batallones Luciano Del'Huyer y Rafael Reyes, pertenecientes a la Quinta Brigada del Ejército, con sede en Bucaramanga, denunciaron ante la Defensoría del Pueblo graves maltratos y agresiones por parte de sus superiores. Los hechos ocurrieron en noviembre y enero pasado en los municipios de El Peñón y San Vicente de Chucurí, Santander. En noviembre pasado, Rosa Elena Ramírez de Parra, residente en Páez, Boyacá, recibió una llamada desde Bucaramanga en la que le informaban que su hijo, el soldado Raúl Parra Ramírez, de 22 años, se encontraba internado en la Clínica Carlos Ardila Lulle. Raúl, quien prestaba servicio militar, tenía lesiones en un testículo y la columna vertebral ocasionadas por un teniente del Batallón Luciano Del'Huyer, de San Vicente de Chucurí. Según la Defensoría, el uniformado estaba por fuera del área militar, sin permiso. Tal versión fue corroborada por la Quinta Brigada del Ejército. La madre añadió que su hijo le contó que el teniente "los golpeó y los echó a un carro para el área donde estaba el Ejército. Eso fue el pasado 1 de enero[3].

Cuando los altos mandos militares y los jefes de estado se sorprenden o se hacen los de las nuevas, con las prácticas de tortura que ya conocen los familiares de las víctimas, los órganos de control y los medios de comunicación, o cuando la tortura goza de impunidad, cuando las penas son irrisorias, cuando se cree que ella es una forma efectiva de entrenamiento o de obtener información o de parar el terrorismo hay un clima de tortura instaurado que lesiona la integridad física, la dignidad de las personas y que socava la legitimidad del estado de derecho.


Referencias:

Chomsky, Noam: “Nuevo humanismo militar: Las lecciones de Kosovo”. Editorial siglo XXI. 2002.

Hersh, Seymour M.: “The gray zone”. New Yorker. 2004.


(*) Director del Consultorio de Derechos y Gobernabilidad háBeas corpus

[1] El País. 21-02-2006. Rumsfeld "aprobó técnicas equiparables a la tortura".

[3] Colprensa. 21-02-2006.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Felicitaciones es un artículo excelente.
Aunque parezca obvio, yo sólo agregaría esta idea: "la tortura además de ser condenable éticamente y de ser ilegal, socaba los fundamentos del Estado de derecho, mejor dicho, fomenta la ilegitimidad del poder".

Anónimo dijo...

Me gusta mucho, y te felicito, por tu decisión de tocar ese tipo de temas, que mucha gente desconoce.

Anónimo dijo...

BUENOS DIAS
AGRADEZCO SU COMUNICACIÓN, ME GUSTA ELYESQUERO Y QUIERO CONTINUAR RECIBIENDOLO, ILISTRA, INFORMA, DA DOLOR DE PATRIA PERO FORTALECE EL CRITERIO QUE LOS CIUDADANOS DEBEMOS ASUMIR ANTE MUCHAS SITUACIONES E INSTITUCIONES, PARA QUE FINALMENTE ESTEMOS EN CAPACIDAD DE TOMAR DECISIONES
GLORIA MARIA

Anónimo dijo...

HOLA, "RAFA"!!!

BUEN DÍA!!!

TE FELICITO POR ESTE ESPACIO BIEN HECHO, CON MUCHO SENTIDO HUMANO Y DE PREOCUPACIÓN POR EL OTRO.

CON APRECIO.

CHAO!!!

ÓFAB

Anónimo dijo...

FELICITACIONES, ESTOY ATENTO A MAS INFORMACIÓN.

MUCHAS GRACIAS.

HAROLD LOZADA
PERIODISTA CALI COLOMBIA

Anónimo dijo...

Me ha llamado mucho la atencion este tema de los suicidios en prision pero me parece que tambien es importante hacer algun tipo de alusion a la desolacion despues de la jubilacion como lo sucedido con el Magistrado JUAN DIEGO OCAMPO quien por haber dedicado su vida la trabajo (esposible que haya dejado de lado sus relaciones familiares y de amistad9 y tras la jubilacion solamente tuvo soledad a tal punto que se sumio en el alcoholismo, su vida perdiì sentido y terminò arrojandose de un piso veintipico de su sede de trabajo.

frente a esto el estado tiene algun tipo de responsabilidad porque nos muestra un sendero de trabajo perpetuo en el que no hay una visulaizaciòn de otro tipò de vida fuera de la productividad capitalista que nos encierra en el trabajo y no en el descanso, la diversiòn son los cinco sentidos sin alterar por los psicotropicos como el gûarito "tan sabroso".

hay te dejo esa reflexiòn.