29 de marzo de 2005

el Candil No. 46
Observatorio de derechos y conflicto urbano del IPC
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EN MEDELLÍN LOS POBRES PONEN MÁS

Por
Rafael Rincón
Analista IPC
29 de marzo de 2005


“... en encuestas recientes nos dicen que el 66% de las personas de la ciudad consideran que las cosas han mejorado; que el 67%
dicen que este año todavía va a ser mejor...”[1]


Las desmesuradas alzas en la ciudad de Medellín ponen en entredicho los principios de corresponsabilidad, equidad y participación de que habla el Plan de Desarrollo, Medellín compromiso de toda la ciudadanía.

Es que alzas del 71.42% en el “banderazo” o arranque de los taxis; o del 66% en los tiquetes estudiantiles; o del 21.46% en los tiquetes del Metro; o del 20,8% en las tarifas de energía para el estrato tres son desconsideradas en relación con el índice de precios al consumidor del 2004 que fue del 5.5%, o con el incremento del salario mínimo que fue apenas del 6.5%, y con las altas tasas de desempleo que tiene la ciudad.

Complementan las alzas en los costos de los servicios básicos los desaforados incrementos en el avalúo catastral, en la tasa de aseo y en los combustibles. Estos encarecimientos se reflejan inmediatamente en incrementos en los servicios educativos, en los alimentos y en el pago del impuesto predial.

Los aumentos en los servicios básicos no son coherentes con los postulados del Plan de Desarrollo. En primer lugar, afectan sus cimientos de participación, equidad, corresponsabilidad y desarrollo humano. En segundo lugar, son alzas que impactan más a quienes tienen menos ingresos; es decir, la carestía empobrece y le quita competitividad a las personas, las excluye.

La democracia participativa debe ir más allá del entretenimiento lúdico, no puede ser sólo democracia procedimental de reglas claras y juego limpio, debe estar complementada con democracia de oportunidades, de posibilidades, de derechos.

Poco se gana con ediles o lideres de Juntas de Acción Comunal que reciben todas las capacitaciones sobre participación y no tienen los pasajes o, muchas veces, no han probado bocado de comida. Son “líderes participativos” con hambre. La participación sin oportunidades es una distracción que busca disminuir las molestias que generan los actores sociales y mantienen en un umbral de tolerancia las demandas de la ciudadanía.

Mostrar una democracia participativa en donde el Alcalde y los transportadores logran el consenso de un alza del 71.42%, es un resultado adjetivo contrario a la equidad, a la inclusión y a la competitividad. Es una democracia de trámite en donde los fuertes reunidos construyen un consenso que imponen a las mayorías vulnerables con calificados métodos de persuasión masiva como son las encuestas de opinión.

La democracia es mucho más que una fe desmedida en las estadísticas. La democracia pasa por la matemática pero no se queda en ella.


[1] Palabras del Alcalde Sergio Fajardo en la instalación de las sesiones ordinarias del Concejo Municipal el 1 de marzo de 2005. Acta 196 de 2005.

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