26 de marzo de 2005

CARTA ABIERTA AL GOBERNADOR DE ANTIOQUIA

Sabaneta, 22 de marzo de 2005


Doctor
ANIBAL GAVIRIA CORREA
Gobernador de Antioquia
Medellín



Asunto: Petición de respeto, igualdad y tolerancia a las razones y convicciones de la comunidad de paz de San José de Apartadó.

“Oso hacer esta declaración no ciertamente para evitar la pena que deberá serme infligida sino para demostrar que he desobedecido a la orden que se me había dado no por falta de respeto a la legitima autoridad sino para obedecer a la ley más alta de nuestro ser, la voz de la conciencia”.[1]
-Gandhi ante un tribunal que lo juzgaba por desobediencia civil-


Apreciado Gobernador,

El ejército que los defensores de derechos humanos denunciamos y criticamos es nuestro ejército. Nuestro ejército no son otros actores armados que consideran justa una guerra contra el Estado Social de Derecho, o aquellos actores económicos que prevalidos del argumento de la autodefensa se alían ilegalmente con la fuerza pública para hacer justicia con mano propia de la manera más cruel y salvaje.

Los defensores de derechos humanos defendemos la Constitución Política y las leyes; y las obedecemos plenamente; sin embargo, reconocemos que hay desobediencia civil, como la de los objetores de conciencia al reclutamiento o la de las comunidades de paz o la del movimiento de la no violencia que no aceptan el uso de la fuerza, ni siquiera la fuerza legítima del Estado.[2]

El Doctor Guillermo Gaviria Correa fue uno de los que ejerció la desobediencia civil. Siendo Gobernador del Departamento de Antioquia, después de haber jurado defender la Constitución y la ley, propuso el movimiento de la no violencia como otro camino para responder a los armados. En esta empresa fue acompañado por el Doctor Gilberto Echeverri Mejía, ex ministro de defensa, y por miles de antioqueños y antioqueñas.

Sus convicciones fueron respetadas por todas las autoridades. En la marcha hacia el municipio de Caicedo contó con el respaldo del ejército manteniéndose distante de ella, fueron bendecidas las caminadas por Monseñor Alberto Giraldo, Arzobispo de Medellín, y difundidas sus proclamas por los medios de comunicación. La marcha fue exhibida como un comportamiento ciudadano y gubernamental digno de emular.

Durante la marcha al municipio de Caicedo no se escucharon las recusaciones de que no existen territorios vedados para el ejército, o de las repúblicas independientes, y antes por el contrario, se despejaron los caminos a fin de evitar confrontaciones entre las partes y brindar garantías a una alternativa no violenta.

La postura del Gobernador Guillermo Gaviria tuvo y ha tenido detractores dentro de la Asamblea Departamental y en la clase política que veían la conducta contraria a las propuestas del Presidente Uribe y funcionales a la guerrilla. No estaban convencidos de que existiera otro camino para lograr la paz diferente a derrotar al enemigo.

A pesar de las oposiciones al movimiento de la no violencia éste logro sobrevivir gracias al trabajo del Doctor Eugenio Prieto Soto, de la Dra. Yolanda Pinto y a su acción decidida por sacarlo adelante como candidato y como Gobernador.

El movimiento sufrió un duro golpe desde el secuestro de sus líderes por las FARC y con el irresponsable rescate y el asesinato de los doctores Gaviria Correa y Echeverri Mejía.

La Comunidad de Paz de San José de Apartadó ha tomado la decisión de no admitir actores del conflicto armado. Rechaza a las FARC y a las AUC. La comunidad no quiere la presencia de la Fuerza Pública, para nosotros la fuerza legitima del Estado, porque desde sus convicciones la considera parte del conflicto armado; pero, además, porque considera que agentes de esa fuerza los han agredido y así lo ha confirmado la Comisión Interamericana de ddhh en cuatro resoluciones dictadas desde el año 2000.

La comunidad de paz no es un laboratorio de paz, no es una comunidad aislada de todo germen virulento, es una comunidad inscrita en el conflicto armado, está en un territorio en disputa, está en medio de complejos juegos de intereses militares, económicos, sociales y políticos. Lo que hay en la comunidad de paz es una convicción de no uso de la fuerza, y el Estado debe ser el primero en respetarla.

En la comunidad de paz es posible que hayan guerrilleros, pero la comunidad no quiere guerrilleros; es posible que hayan paramilitares, pero la comunidad no quiere paramilitares; y la comunidad no quiere la presencia de la fuerza pública.

La Comunidad de Paz no es un modelo para extender por Colombia, porque recuerde que la mayoría de los colombianos votó por la guerra cuando optó profusamente por el programa de Álvaro Uribe Vélez.

Señor Gobernador Aníbal Gaviria, ¿por qué no respetar las convicciones de la comunidad de San José de Apartadó de la misma manera que fueron respetadas las del movimiento de la no violencia?; o es usted hoy de la opinión que el ejército incurrió en omisión por no proteger la marcha hasta el municipio de Caicedo?

La comunidad de San José de Apartadó se niega a ser protegida por el Estado porque ha sufrido múltiples agresiones desde 1997 en la cual han perdido la vida cerca de 160 personas.

El ejército entendió a Guillermo Gaviria y a Gilberto Echeverri; el ejército entenderá las mejores razones que tiene la comunidad para optar por una comunidad de paz. Entender a la Comunidad de Paz es comprender que se trata de un rechazo al conflicto armado, y no de un rechazo a las instituciones. La Comunidad de Paz no quiere ser parte de la guerra.

Señor Gobernador su mandato tiene un compromiso muy alto con el movimiento de la no violencia. Usted, al contrario del mandato del Presidente Uribe, fue elegido para que defendiera la Constitución y le diera continuidad al movimiento de la no violencia. El Estado Social de Derecho da facultades a las autoridades para que proteja los derechos de todos sus residentes, aun los de aquellos que de forma innovativa, colectiva y públicamente rechazan la protección del Estado.

No es constitucional agredir la vida, y que después siga la agresión a las convicciones individuales o colectivas de los moradores de San José de Apartadó. Los Gobernadores no están obligados a ejecutar las ordenes inconstitucionales de sus superiores.

Con todo el respeto que usted se merece creo que hay movimiento de la no violencia más allá de Guillermo Gaviria, y por ello Antioquia debe trabajar para salvar la opción de esta comunidad, así no sea nuestra opción.

Señor Gobernador que las FARC y las Autodefensas no respeten las convicciones de la comunidad de paz no es extraño, pero que la administración departamental y el ejército tengan posiciones distintas dependiendo del poder de las personas que lideran los movimientos, es sumamente discriminatorio.

Señor Gobernador, sus alternativas están entre la política de la seguridad democrática que demanda que los colombianos estemos alineados, y la opción de respetar la no violencia, que admite que existe otro camino para conseguir la paz.

Señor Gobernador, la masacre merece todo el repudio de la humanidad, y las autoridades deben estar prestas a colocar todos los recursos para realizar y garantizar la verdad, la justicia y la reparación.

Señor Gobernador, como ciudadano, solicito a usted, respeto, igualdad, tolerancia y garantías para la comunidad de paz de San José de Apartadó tal y como las tuvo el movimiento de la no violencia liderado por Guillermo Gaviria Correa y Gilberto Echeverri Mejía.


Atentamente,



Rafael Alberto Rincón Patiño
C.C. No. 71.585.513 de Medellín
Expersonero de Medellín
[1] Autobiography, parte V, cap.XV).
[2] Un acto simbólico de la manifestación de esta postura es la manera particular de aplaudir con el fin de no hacer fuerza. Se aplaude moviendo las manos desde las muñecas y sin chocar las palmas.

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