el yesQuero Nro. 156
Ministro sin interiores
Por
Rafael Rincón Patiño*
En la madrugada del jueves 28 de junio se cono¬ció la infausta no¬ticia de la muerte de once dipu¬tados del Valle del Cauca en circunstancias de rescate, según la versión de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc), o de ejecu¬ción sumaria según el gobierno nacional del pre¬sidente Uribe Vélez. Pasó algo que se temía que ocurriera, que se esperaba que no iba a ocurrir, pero que ocurrió. Fue la imprevisión de lo previsible.
Ese mismo día una mujer emblema del dolor de la guerra, Doña Fabiola Perdomo Estrada, manifestó públicamente: “Las instituciones no pueden estar por encima de la vida”.
El jueves 5 de julio, de camiseta blanca y convocada por la ira y el repudio, Colombia se manifestó profusamente contra el secuestro, por la libertad sin condiciones, por un acuerdo humanitario YA, por la paz, contra la violencia, contra las Farc. Fue una manifestación nacional histórica que se expresó de mil maneras: las marchas fueron las más evidentes, pero no se quedaron atrás los significativos actos individuales de solidaridad como el del señor que se encadenó en una plaza pública para vivir lo que vive un secuestrado.
La frase sollozante de Doña Fabiola Perdomo trae a la memoria la locución clemente del Dr. Alfonso Reyes Echandía, presidente de la Corte Suprema de Justicia, cuando en 1985, durante la toma del Palacio de Justicia por la organización guerrillera M-19, imploraba al gobierno un “cese al fuego” para que se privilegiara la vida por encima de las instituciones. No hubo oídos, las dos tragedias se consumaron. No hubo lecciones.
Las respuestas del Estado han sido patéticas: El General Plazas Vega se ufanaba en medio de los muertos de “Defender la democracia maestro”, y así sacrificaba la prioridad del derecho a la vida; y el presidente Uribe V., por su parte, se camufló de blanco y abanderó la consigna de “No al despeje”, tan nefasta a los intereses de los familiares de las víctimas, y desconocedora de la prioridad del derecho a la vida.
Parece que la vida, la libertad y la dignidad no fueran instituciones de la llamada Seguridad Democrática, parece que las instituciones se siguen confundiendo con la bandera raída y ondeante y con los edificios que sirven de portada a los libros de educación cívica. ¿Cuál es la institucionalidad de este país? ¿La bandera, la propiedad o la dignidad humana?
La guerrilla de las Farc tiene cosificadas a todos las personas secuestradas y su deber en el derecho de la guerra, como combatiente que se predica, es dejarlos libres, sin condiciones de ninguna clase; pero, no ha sido posible, no ha existido razón humana que los conmueva; las Farc parecen comprometidas sólo con su supervivencia, son las Farc por las Farc.
La consigna “Vivos, libres y en paz” lleva dos décadas en boca de los familiares de los secuestrados y desaparecidos. Ante esa negativa de libertad ha cuajado entonces en las organizaciones de víctimas la propuesta del “Acuerdo Humanitario Ya”, para que las partes del conflicto armado desmilitaricen temporalmente una porción del territorio para que haya un intercambio humanitario.
Pero, el escollo ahora es político. El gobierno nacional prefiere gestos unilaterales de voluntad como la libertad de Rodrigo Granda y de 200 guerrilleros a hacer un acuerdo humanitario, a reconocer a temporalmente a las Farc como contraparte para lograr un alivio humanitario, para mitigar dolores que cumplen una década, para evitar muertes, para salvar vidas como lo prescribe el Derecho de Ginebra (Art. 3, común a los convenios).
El Gobierno Nacional considera que el Acuerdo Humanitario es una claudicación, lo caricaturiza diciendo que no creará otra zona de distensión.
La vida, la libertad y la dignidad son la institucionalidad de Colombia, no lo son las armas ni la venganza. El Acuerdo Humanitario alivia el dolor de las víctimas y de los familiares y evita la pérdida de vidas.
La solidaridad al derecho con las víctimas es ponerse la camiseta blanca y hacer un sólido con ellas; tal y como lo hizo el cantante Juanes en Medellín, el interprete de La camisa negra, se puso la camiseta blanca, y escribió me pongo la camiseta blanca y llamó las partes a conversar, eso es la solidaridad, ponerse la camisa blanca, ponerse el dolor ajeno encima.
La solidaridad al revés, la que llama a las víctimas a que se solidaricen con las consignas propias, como las de “No al despeje”, o como el gesto despiadado del Ministro del Interior Carlos Holguín Sardi con la joven Carolina Charria, no es solidaridad. Un Ministro que no soporta un reclamo de una víctima es un ministro sin nada por dentro, sin solidaridad, es un ministro sin interiores, es sólo un ministro por cuotas, un pedacito de ministro.
La solidaridad al derecho es la de todos con las víctimas que no significa que ellas sean dueñas de la verdad, son portadoras de un dolor inmenso que parece eterno. La solidaridad debe ser del Estado con las razones y el dolor de las víctimas, que equivale, por lo menos, a escuchar las acusaciones de quienes sufren un daño. Es el Estado acompañando las razones de las víctimas, no las víctimas adhiriendo a las razones de Estado.
Cuando la solidaridad, la vida, la dignidad no están por dentro no hay interior, no hay espíritu, no hay alma; el Ministro Holguín Sardi, cual caballero medieval espero el momento para clavar la misericordia en su frágil víctima, no tuvo respeto ni medida para injuriar a una víctima el día más grande de las víctimas en Colombia que fue el 5 de julio.
* Director del Consultorio de Derechos y Gobernabilidad háBeas Corpus.
Medellín, 11 de julio de 2007
Rafael Rincón Patiño*
En la madrugada del jueves 28 de junio se cono¬ció la infausta no¬ticia de la muerte de once dipu¬tados del Valle del Cauca en circunstancias de rescate, según la versión de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc), o de ejecu¬ción sumaria según el gobierno nacional del pre¬sidente Uribe Vélez. Pasó algo que se temía que ocurriera, que se esperaba que no iba a ocurrir, pero que ocurrió. Fue la imprevisión de lo previsible.
Ese mismo día una mujer emblema del dolor de la guerra, Doña Fabiola Perdomo Estrada, manifestó públicamente: “Las instituciones no pueden estar por encima de la vida”.
El jueves 5 de julio, de camiseta blanca y convocada por la ira y el repudio, Colombia se manifestó profusamente contra el secuestro, por la libertad sin condiciones, por un acuerdo humanitario YA, por la paz, contra la violencia, contra las Farc. Fue una manifestación nacional histórica que se expresó de mil maneras: las marchas fueron las más evidentes, pero no se quedaron atrás los significativos actos individuales de solidaridad como el del señor que se encadenó en una plaza pública para vivir lo que vive un secuestrado.
La frase sollozante de Doña Fabiola Perdomo trae a la memoria la locución clemente del Dr. Alfonso Reyes Echandía, presidente de la Corte Suprema de Justicia, cuando en 1985, durante la toma del Palacio de Justicia por la organización guerrillera M-19, imploraba al gobierno un “cese al fuego” para que se privilegiara la vida por encima de las instituciones. No hubo oídos, las dos tragedias se consumaron. No hubo lecciones.
Las respuestas del Estado han sido patéticas: El General Plazas Vega se ufanaba en medio de los muertos de “Defender la democracia maestro”, y así sacrificaba la prioridad del derecho a la vida; y el presidente Uribe V., por su parte, se camufló de blanco y abanderó la consigna de “No al despeje”, tan nefasta a los intereses de los familiares de las víctimas, y desconocedora de la prioridad del derecho a la vida.
Parece que la vida, la libertad y la dignidad no fueran instituciones de la llamada Seguridad Democrática, parece que las instituciones se siguen confundiendo con la bandera raída y ondeante y con los edificios que sirven de portada a los libros de educación cívica. ¿Cuál es la institucionalidad de este país? ¿La bandera, la propiedad o la dignidad humana?
La guerrilla de las Farc tiene cosificadas a todos las personas secuestradas y su deber en el derecho de la guerra, como combatiente que se predica, es dejarlos libres, sin condiciones de ninguna clase; pero, no ha sido posible, no ha existido razón humana que los conmueva; las Farc parecen comprometidas sólo con su supervivencia, son las Farc por las Farc.
La consigna “Vivos, libres y en paz” lleva dos décadas en boca de los familiares de los secuestrados y desaparecidos. Ante esa negativa de libertad ha cuajado entonces en las organizaciones de víctimas la propuesta del “Acuerdo Humanitario Ya”, para que las partes del conflicto armado desmilitaricen temporalmente una porción del territorio para que haya un intercambio humanitario.
Pero, el escollo ahora es político. El gobierno nacional prefiere gestos unilaterales de voluntad como la libertad de Rodrigo Granda y de 200 guerrilleros a hacer un acuerdo humanitario, a reconocer a temporalmente a las Farc como contraparte para lograr un alivio humanitario, para mitigar dolores que cumplen una década, para evitar muertes, para salvar vidas como lo prescribe el Derecho de Ginebra (Art. 3, común a los convenios).
El Gobierno Nacional considera que el Acuerdo Humanitario es una claudicación, lo caricaturiza diciendo que no creará otra zona de distensión.
La vida, la libertad y la dignidad son la institucionalidad de Colombia, no lo son las armas ni la venganza. El Acuerdo Humanitario alivia el dolor de las víctimas y de los familiares y evita la pérdida de vidas.
La solidaridad al derecho con las víctimas es ponerse la camiseta blanca y hacer un sólido con ellas; tal y como lo hizo el cantante Juanes en Medellín, el interprete de La camisa negra, se puso la camiseta blanca, y escribió me pongo la camiseta blanca y llamó las partes a conversar, eso es la solidaridad, ponerse la camisa blanca, ponerse el dolor ajeno encima.
La solidaridad al revés, la que llama a las víctimas a que se solidaricen con las consignas propias, como las de “No al despeje”, o como el gesto despiadado del Ministro del Interior Carlos Holguín Sardi con la joven Carolina Charria, no es solidaridad. Un Ministro que no soporta un reclamo de una víctima es un ministro sin nada por dentro, sin solidaridad, es un ministro sin interiores, es sólo un ministro por cuotas, un pedacito de ministro.
La solidaridad al derecho es la de todos con las víctimas que no significa que ellas sean dueñas de la verdad, son portadoras de un dolor inmenso que parece eterno. La solidaridad debe ser del Estado con las razones y el dolor de las víctimas, que equivale, por lo menos, a escuchar las acusaciones de quienes sufren un daño. Es el Estado acompañando las razones de las víctimas, no las víctimas adhiriendo a las razones de Estado.
Cuando la solidaridad, la vida, la dignidad no están por dentro no hay interior, no hay espíritu, no hay alma; el Ministro Holguín Sardi, cual caballero medieval espero el momento para clavar la misericordia en su frágil víctima, no tuvo respeto ni medida para injuriar a una víctima el día más grande de las víctimas en Colombia que fue el 5 de julio.
* Director del Consultorio de Derechos y Gobernabilidad háBeas Corpus.
Medellín, 11 de julio de 2007
21 comentarios:
Es que este gobierno que dice ser valiente no le pega sino a los chiquitos, le falta güevas para medirse con quien se tiene que medir. Que le diga eso a Mancuso que dijo lo mismo, que culpó al Estado.
Jorge E.
Hola Rafael, que casualidad, hoy tambien escribi en mi blog sobre el ministro del Interior, Carlos Holguin y su actitud arrogante frente a las victimas que reclamaban durante la manifestacion de la semana pasada. Saludos y me gustaria conocer su opinion.http://www.eltiempo.com/participacion/blogs/default/un_articulo.php?id_blog=3175&id_recurso=450002094
EL MINISTRO ESTUVO VIGILANDO EN CALI Y COORDINANDO EL NO AL DESPEJE, EL NO VINO A OTRA COSA.
CARLOS ARIAS
Saludo cordial
Donde puedo obtener información sobre el incidente "la joven Carolina Charria con el ministro del interior el 5 de julio" desconozco el tema, me gustaría saber lo sucedido.
Pasando a otro tema, el día de ayer 11 de julio a las 12 y 50 de la tarde me encontraba en el Parque Berrio, lo que pude presenciar es lo que no muestran los llamados medios de comunicación, cientos de personas exhibiendo a sus hijos, padres, madres y amigos en carteles, sabanas, papeles, cartones, y en todo aquello que de una u otra forma den a conocer que esas personas algún día existieron y ahora se encuentran desaparecidos y/o secuestrados, me pregunto que si realmente hay diferencia entre un desaparecido y un secuestrado, dado que con los lineamientos de guerra que impone el Estado no puedo muchas veces encontrar la diferencia.
Considero que no son dos o tres familias que exigen el acuerdo humanitario como lo pregonan los medios de comunicación, considero que son miles y miles de seres que exigen y reclaman que se les devuelva a sus seres queridos.
¿Sera que debemos esperar hasta agosto del 2010 para que la solución al conflicto que vivimos en esta zona del mundo se tenga como una alternativa valida?
Es importante que los asesores del señor presidente conozcan los diferentes conflictos del mundo; los pasados y los actuales y como se han resuelto, pareciera que vivieran aislados de los sucesos del mundo, eso si que no resulte un "buen" asesor y de el ejemplo catastrófico de Pakistán-donde el excelentísimo señor presidente Pervez autorizo la masacre de cientos de personas, con fin de preservar la institucionalidad, además que puede saber este señor Musharraf de institucionalidad, sabiendo que el mismo paso por encima de ella.
Cali, Col
Julio 12 de 2007
Rafa YQ Mayor
Hermano
Fuete apretón de mano
La impunidad sigue rondando los episodios del Palacio de Justicia, mientras, el ciudadano Belisario se pasea campante de foro en foro recitando poesias. Justamente hace unos días escribí estos apartes sobre el tema del Delito del Secuestro:
Hoy al aire en Radio Super en el programa Institucional- Diálogos con el Gobernador, le recordé al compañero Angelino Garzón que:
1- Hace más de 1 década exterminaron a la Unión Patriótica y esas más de 12 mil muertes pasaron de agache (muy pocos dejaron escuchar su voz de repudio).
2- Los medios están llamados a moderar el lenguaje y, por ejemplo, al referirse a la Patria no como una cosa "en este país" expresión de displicencia y apatía que hizo carrera desde los políticos al común.
3- Después de las primeras tomas guerrilleras, entre ellas la de la Base de Tres Esquinas- al Sur de Colombia- (Gobierno de Barco) surgieron los primeros SECUESTRADOS- no RETENIDOS de las tropas oficiales. Como siempre el discurso simplon y mezquino: Que saquen a la Población Civil del conflicto. Nada más absurdo. ¿Acaso es que la guerra no nos afecta de alguna manera a todos los colombianos sin distingo ?
4- Somos pocos los que hemos salido a las calles con el tricolor arriba para pedir el cese inmediato de la siembra de Minas Personales que a tantos niños, campesinos y soldados han mutilado y arrebatado la vida.
5- Tal parece que la situación cambió desde que la Insurgencia Armada cambió de estrategía y comenzó a Secuestrar Políticos. Ahi sí la puerca torció el rabo. Entonces, si surgiron las primeras voces para pedir el Acuerdo Humanitario. Y TE ACLARO: NO ES QUE ESTÉ EN CONTRA DE UNA SALIDA DIÁLOGADA. NO NEGOCIADA- PORQUE CON LA VIDA NO SE NEGOCIA. Lean por favor nuestra Constitución de 1991.
Otro hecho lamantable fue el de los periodistas de RCN- discriminatorio a grado extremo. Cómplice y Rastrero. La muerte de esos compatriotas olvidados van camino al anonimato. En nuestra Colombia hay muchos crímenes por aclarar:
Desde: Galán, Pardo Leal, Jaramillo, Antequera, Mutra, Garzón, Pizarro, Gómez, etc… porque la lista es interminable.
Los Cuerpos de Inteligencia del Estado y la Inteligencia Militar están en deuda con los colombianos.
El futuro no es claro porque los compatriotas no votan y permiten que las minorias impongan los gobiernos y elijan a los corruptos de siempre. Nisiquiera sufragan en blanco. Y, claro: Cada pueblo se da el gobierno que se merece. Al que no le gusta el caldo le sirven doble taza- ya ves que tendremos 4 años más de Uribe.
Por Principio estoy en contra de cualquier forma de violencia, venga de donde venga.
Del Ministro Sardi- referirme a él es quemarle pólvora a los gallinazos. Es un “referito” producto de las “alianzas políticas” en donde el trapo azul se acomodó para saborear las miles del gobierno de Uribe.
Orlando EMR
-/-
Dr. Rincón, clemencia por favor, no le pida más al Dr. Holguín Sardi, estoy segura que él hace toda y más de lo que puede hacer; es que usted le pide cosas imposibles; el está acostumbrado a dormir cunado la gente habla, aquí estaba parado, estaba falto de sueño. Clemencia, clemencia.
Clemencia
HOLA RAFAEL BUENOS DIAS ......LOS COLOMBIANOS PARECE QUE SOMOS UNICOS .......TIENE MAS REBAJA UNA GUIA DE MARRANO
GRACIAS POR EL MENSAJE
JORGE
Sin palabras Rafael, muchas gracias. Saludos
Ramiro
rafael
entiendo tu dolor, tu preocupacion y tu buena intencion (hacer un analisis y una critica constructiva) pero te animo a que el amor y la misericordia que hay en ti sea lo que caracterice tu discurso, sea la fuerza de tus palabras pues es de la unica forma que lograras la transformacion de la sociedad sin crear divisiones...... solo asi lograras el cambio que deseas y animando con amor a que cambien quienes estan equivocados en el mundo de la politica...... te admiro amigo mio y espero logres hacer tus sueños realidad en especial aquellos que comprometen tu vida y la vida de los demas.
un abrazo comunitario y bendiciones
giovanny peña betancur
TE MANDO UN ABRAZO RAFA, ESE MINISTRO ADICIONALMEMNTE ESTÁ MUY ENFERMO Y CREO QUE SUS NEURONAS TAMBIÉN, PERO LO QUE OBJETIVAMENTE , SI ES CIERTO ES QUE NO PODIA ACEPTAR SILENCIOSO, EL EXABRUPTO ASÍ VENGA DEL HONDO DOLOR, DE QUE EL ESTADO ES COMPLICE DE
SEMEJANTE INFAMIA.
SALUDES
JER
Excelente columna, Rafael, y excelente título.
Me parece que los medios de comunicación, especialmente los más grandes e influyentes del país, deberían permitirse (y esto es totalmente válido y ético en el periodismo) asumir una postura sobre el tema del acuerdo humanitario, tal y como lo hicieron para impulsar las marchas del 5 de julio. He visto pronunciamientos tímidos al respecto en Caracol Noticias. Ojalá se decidieran y que ello se convirtiera en un arma de presión que obligue al Gobierno a ceder.
Qué indignación lo de Holguín!!!!
Ah y creo que se equivocó en el apellido de la hija del diputado que dio el discurso. Entiendo que es Charry y no Charria.
Un abrazo,
Laura.
Quien garantiza que despejando los municipios de pradera y florida liberaran los secuestrados. Por que el intercambio es solamente por politicos, soldados y policias y la gente del comun que?
Quien nos garantiza que no se vuelva un negocio de secuestrar y pedir intercambio cada que cojan un guerrillero ?
Ya le hemos dado mucho poder a la guerrila...... que mas queremos...
Muy buenas cronicas...
Buenos días, Rafael. Muchas gracias por su nota, con la que me identifico totalmente. Hasta luego, Sonia Cárdenas
hola Rafa, te felicito por este nuevo formato de tu columna. Excelente....
Mauricio Alcaraz V.
Me encantan tus articulos, los sigo leyendo con admiración.
Un beso, NC.
Buenos Dias:
Quiero exponerle mi punto de vista acerca de este tema. Me parece que el acuerdo humanitario parte de una chantaje de parte de las Farc, además si se realiza el acuerdo, las Farc no demorarán 15 dias en secuestrar más diputados, más policias, más Políticos; entonces veremos nuevas madres sufriendo por sus hijos, nuevas familias sufriendo; quienes a su vez pedirán otro acuerdo humanitario.
El acuerdo humanitario es pues supuestamente para defender la vida de los secuestrados y es a primera vista muy humano, pero solo traera más dolor para nuevas familias de colombianos, pues habrán nuevos secuestrados, lo que no es muy humanitario.
El Intendente Pinchado decia que todos los secuestrados que estaban con él querian un rescate militar, pues estaban enfermos y cansados de su cautiverio o de estar en ese campo de concentración en la selva. Es decir querian terminar con eso vivos o muertos. Las familias en cambio opinan lo contrario en una posición totalmente egoista pues no les toca vivir las condiciones de la selva, ni el trato inhumano de las Farc, ni la alimentación de campo de concentración, ni las enfermedades.
Es extraño que las Farc en el momento que no quieren entregar los cuerpos de los diputados, saquen a relucir unas pruebas de supervivencia, donde parece que sólo sacan secuestrados que propugnan por el acuerdo humanitario. Es decir, están volviendo a manipular a las familias de los secuestrados y volviendo a manipular al pais para que todos pidamos el "acuerdo Humanitario".
Se puede confiar en este grupo guerrillero que ni siquiera es capaz de entregar los muertos, que estaban es su poder como rehenes, si ellos tienen los rehenes ellos son los responsables de sus suerte. No han entregado los cuerpos porque tienen algo que ocultar. Si hubiera habido fuego cruzado existirian guerrilleros muertos o heridos y soldados muertos o heridos, y los muertos de los secuestrados no hubieran sido practicamente todos sino algunos y otros heridos por ejemplo.
Además es una obligación del Ejercito lograr la liberación de los secuestrados, las que son absolutamente inhumanas, llendo contra todos los tratados internacionales de Derecho humanos son las Farc quienes dicen que si hay rescate los matan con un disparo en la nuca. Entonces son las Farc las que ponen el chantaje y algunos ceden a ese chantaje pidiendo el "acuerdo humanitario"
No se puede claudicar. Si se cede a los intereses de las FARC, entonces seguirán secuestrando como medio para les vayan despejando el territorio nacional y para obtener cada vez más ventajas políticas. Lo que el país entero FARC y a sus métodos execrables de secuestrar y torturar.
No se puede claudicar. Si se cede a los intereses de las FARC, entonces seguirán secuestrando como medio para les vayan despejando el territorio nacional y para obtener cada vez más ventajas políticas. Lo que el país entero debe es repudiar cada vez más a las FARC y a sus métodos execrables de secuestrar y torturar.
Si todo se redujera al despeje de dos poblaciones..... y entonces porque no funciono el despeje del caguan
Sera que si se despejan las dos poblaciones y se entregan "TODOS" los secuestrados ya se acaba para siempre el rentable secuestro.. ya no habra mas personas amenazadas en su libertad?
Sera que si en lugar del principe uribe .. viene y nos gobierna un principe marulanda o cualquiera de sus bien preparados, ecuanimes, magnanimos y humanitarios secuaces...??
Su escrito para mi pierde todo el peso cuando se siente como destila resentimiento y odio.. y ahi si no voy...
Estoy convencida que solo dos sentimientos gobiernan todos los actos: EL AMOR Y EL ODIO
O es que un atracador le dice a ud .. por amor .. por favor ...ud es tan amable y me da su plata.. su reloj.,. su ropa y todo lo que tenga... gracias (con mirada dulce y amorosa)..
No... le dice.. hp.... rico de m..... malnacido.... deme todo lo que tiene en su p bosillo.. que lo voy a matar !!!!
para hacer lo que hace la guerrilla no necesita sino llenarse el corazon y el espiritu de odio...
y eso no sale facilmente..
No muestre el sarcasmo y el resentimiento en su escrito.... es una mala forma de manipular las conciencias.. Sea objetivo, real concreto y justo... ante todo escriba y diga todas las cosas con amor... y ya veremos como empieza a cambiar esto.. pero mientras respiremos por la herida .. cada uno tirara para su lado..
Flor de la aurora
s
Miércoles 11 de julio, 2007
Querida Carolina,
Sabemos que estos últimos días, desde que te enteraste de la muerte de tu padre, han estado marcados por el profundo dolor de una ausencia que no te explicas, por la rabia, la impotencia y la tristeza. Una rabia que es justa, normal, atinada. Una rabia que no le quita valor a tus palabras ni objetividad, ni razón ni fundamento político. Imaginamos la indignación y el dolor que debiste experimentar cuando tus palabras fueron calladas por unos tantos que no entienden que la vía negociada es la única que le queda a Colombia para evitar más muertos, más padres y madres ausentes, la profundización cada vez más irracional de la guerra y de las exclusiones y desigualdades. Sabemos también de cómo debiste sentirte cuando el Ministro del Interior y Justicia, quitó de tus manos y tu boca el derecho que tiene todo ciudadano y ciudadana a la palabra, a plantear su punto de vista, a discutir con argumentos, pues esos – fuesen los que fuesen –, deben ser rebatidos con respeto.
El Ministro hizo alarde de múltiples fuerzas que le confiere la cultura y la sociedad colombiana. Además de comportarse como un patriarca, es un adulto que desconoce tus saberes porque no son iguales a los suyos y quizás porque profundamente te teme. Teme a una juventud que no le juega a la mano firme, que no se paraliza a pesar de tantos signos de represión y obstáculos puestos. Por supuesto, él también se vale del poder que le otorga su cargo, siempre a la defensa, y de un discurso de guerra que juega con la falta de claridad política y los deseos de paz de un pueblo que vive embaucado por los medios de comunicación.
Nos unimos a tu lucha, que es nuestra lucha. Nos unimos a todos aquellos que se sienten estafados, burlados, utilizados por las marchas del pasado 5 de julio. Al clamor de los familiares de las y los secuestrados, y el de todos los que consideramos necesaria la concreción de los Acuerdos Humanitarios y procesos de acercamiento para el diálogo y la negociación del conflicto armado. El gobierno nacional utilizó una iniciativa que posicionaba los Acuerdos Humanitarios, para concitar el repudio natural de cualquier ciudadano cuerdo de la violencia y la privación de la libertad como recurso político; para ratificar su posición militarista, salir triunfante, ileso, sin responsabilidades por el asesinato de los 11 diputados del Valle.
Carolina, alza tu cabeza, que veamos tu rostro, mantente erguida. Llora cuando quieras, grita, desespera, permítete quebrar cuando sea necesario. Toma aliento, porque esta lucha es larga. Entendemos tu dolor porque lo hemos vivido, lo hemos sentido en carne propia. Muchos de nuestros padres y madres han sido desaparecidos, asesinados, torturados. Lo entendemos porque desde ese dolor también hemos hecho valer nuestra voz y porque igualmente hemos sido señalados y callados. Algunos y algunas nos dicen radicales, descalifican nuestras palabras y reivindicaciones porque dicen que están pasadas por el dolor o porque son dichas con voces jóvenes, nos niegan nuestro carácter de interlocutores validos.
Así hizo el Presidente Uribe al referirse a la hija de Ingrid Betancur hace algunos días; así lo harán algunos de quienes te rodean, incluso las y los más cercanos. Carolina, no te dejes desanimar, la política siempre ha estado pasada por los sentimientos, valientes nosotros y nosotras que lo reconocemos, eso no le quita validez a los argumentos, al contrario, los nutre.
Hemos vivido de múltiples formas lo que experimentaste el pasado jueves. Lo hemos vivido cotidianamente cuando vemos que en la historia se niega la vida de nuestros padres, madres, familiares y de las colectividades a las que pertenecieron. Lo entendemos porque diariamente nos enfrentamos a un uso parcial de los medios de comunicación, los cuales son fundamentales para definir que se olvida y que se recuerda, que se dice y que se calla. En relación a las marchas del 5 de julio se calló tu voz, la nuestra y la de cientos de personas que exigimos el Acuerdo Humanitario.
Carolina, hermana, si así permites que te llamemos, somos Hijos e Hijas por la memoria y contra la impunidad, estamos andando caminos de lucha, queremos un país en cuya historia estemos incluidos, que allí nuestras voces y versiones del devenir histórico de Colombia tengan lugar. Somos Hijos e Hijas de una generación silenciada de varias formas, por lo cual queremos justicia y condenamos la impunidad. Somos una generación de jóvenes que queremos plantear alternativas al país: a los movimientos sociales, a los partidos, a las organizaciones de paz, a las y los ciudadanos en general. Con un fuerte abrazo de muchas hermanas y hermanos, con la energía que nos da nuestra apuesta, te rodeamos en este duro momento por el cual estas pasando.
Hijos e Hijas por la memoria y contra la impunidad
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