16 de agosto de 2005


el Candil No. 66
OBSERVATORIO DE DERECHOS Y CONFLICTO URBANO
Instituto Popular de Capacitación; Medellín, Colombia
www.ipc.org.co, correo: elcandil@gmail.com

LA PUERTA GIRATORIA

Por
Rafael Rincón
Analista


El Banco Mundial ha definido la corrupción como “el abuso de una autoridad pública para conseguir un beneficio privado”
[1]. Esta definición ha sido útil para tipificar dos modalidades de corrupción, la administrativa y la política.

La primera de ellas relacionada con los delitos contra la administración pública como el peculado, la concusión, el cohecho, la celebración indebida de contratos; y, la segunda, vinculada al nepotismo, al tráfico de influencias, la compra de votos y la financiación de campañas electorales.

Según este concepto la corrupción parece estar solamente en el Estado, y las estrategias anticorrupción que se definen apuntan especialmente a criminalizar al servidor público y a adelgazar al Estado en busca de un menor gasto público y de mejorar la eficiencia, lograr la eficacia y alcanzar los principios de economía y transparencia. Quienes así piensan promueven el fortalecimiento de los métodos de control interno dentro de la administración pública.

Los impulsores de esta doctrina sobre la corrupción señalan, además, al mercado como el escenario virtuoso que distribuye de manera eficiente todos los recursos, inclusive los públicos. Y, se empeñan en demoler el concepto de servicio público y en deteriorar lo social del Estado de Derecho.

Sin embargo, existen modalidades de corrupción, que están por fuera de esta concepción institucional de la corrupción planteada por la banca multilateral, y que están en algunos casos por fuera de los códigos penales, disciplinarios y éticos.

Una de estas formas atípicas de corrupción es la llamada “Puerta Giratoria”
[2], que es una práctica en la cual los servidores públicos pasan inescrupulosamente del sector público al privado o viceversa.

A la manera de mercenarios se venden al mejor postor en busca de riqueza, poder o prestigio. Aprovechan para su propio peculio los contactos, la información privilegiada y el “know how” adquirido en las empresas públicas. Su experiencia la convierten en “botín” de guerra.

En esta reprobable práctica de capitalismo salvaje el más vulnerable es el Estado. Los invasores de lo público se filtran en las empresas estatales disfrazados con consignas de eficiencia, eficacia tomadas de la literatura de autoyuda empresarial, condimentadas con discursos antipolíticos, de técnicos e incorruptibles gerentes; estrategias que utilizan para capturar la información estratégica pública y luego migrar al sector privado como asesores y consultores, cuando no son cooptados por multinacionales, quienes les pagan fortunas por sus secretos.

Para estos usurpadores parece que la administración pública no tuviera historia, ni universidades, ni científicos; siembran el “síndrome del diluvio”, antes de ellos nada había, todo era caos.

En los Estados Unidos el Vicepresidente Dick Cheney no tuvo vergüenza en volverse consultor de las empresas militares con las cuales contrató siendo empleado público del Departamento de Estado. Cuando estuvo en el Pentágono privatizó muchos de los servicios de esta agencia para después contratarlos con particulares, y luego cuando abandonó el cargo se enriqueció como asesor y consultor al servicio de las empresas contratistas que él había ayudado a crear.
[3]

En Colombia la Puerta Giratoria se ha vuelto una práctica frecuente. Es una conducta de Gerentes y Directivos que genera cuantiosas pérdidas al tesoro público.
El congresista César Negret le pidió a la Procuraduría General investigar al director del Departamento Administrativo Nacional de Estadística, DANE, Ernesto Rojas Morales, porque le ofreció al Gobierno unos servicios tecnológicos que ahora pretende utilizar para el censo de población. El congresista pidió a la Procuraduría que investigue al consultor Rojas Morales, actual Director del DANE, que le propone negocios al Estado, y hoy los acoge como funcionario público.
El Concejal de Medellín Mauricio Tobón denunció al Gerente de Empresas Públicas de Medellín, Dr. Juan Felipe Gaviria Gutiérrez, cuando pasó de ser directivo de la empresa multinacional de telecomunicaciones SIEMENS, a ser Gerente del grupo empresarial EEPPM; el día anterior era vendedor de servicios de SIEMENS y al otro día pasó a ser comprador.

El Dr. Andrés Restrepo Isaza, llegó a la Gerencia de la Empresa Departamental de Telecomunicaciones, EDATEL, proveniente de ORBITEL, empresa con participación del grupo Santodomingo. Luego de un año de gestión y después de lograr un sonado incremento salarial, migró intempestivamente al sector privado aduciendo razones personales.

Para contrarrestar esta modalidad de corrupción existe un intrincado régimen de inhabilidades que coloca obstáculos en el camino de lo público a lo privado, pero que cuenta con la vía despejada de lo privado a lo público.

Es hora de reglamentar la “puerta giratoria”, de establecer un estatuto ético para que estos cazadores de lo público no se sigan enriqueciendo con el trasteo de intangibles y el deterioro del erario.



Medellín, 16 de agosto de 2005.
[1] Cerril W. Gray y Daniel Kaufman. Corrupción y Desarrollo. En Finanzas y Desarrollo. Banco Mundial, Washington D.C., 1998
[2] Conocida en la literatura de la administración pública anglosajona como “Revolving door”.
[3] Bryce, Robert. Cheney’s multi-million dollar revolving door. Publicado en http://www.motherjones.com/news/feature/2000/08/cheney.html

10 comentarios:

Anónimo dijo...

Impecable su escrito… felicitaciones.

Anónimo dijo...

Nombre : Juan Guillermo Gómez
Ciudad : Chile

Comentario :

¡Bien dicho, Rafael! Un abrazo.

Anónimo dijo...

Nombre : Darío Acevedo
Ciudad : Medellín

Comentario :

Me parece que no es correcto mal prejuzgar a quienes cambian de frente de trabajo, como tampoco puede ser antiético, de por sí, pasar de las ong al gobierno y viceversa que se aplica al autor del artículo.

Anónimo dijo...

Nombre : G. Posada
Ciudad : Canada

Comentario :

Excelente, por eso estamos como estamos.

Anónimo dijo...

Nombre : Luis Fernando Macías
Ciudad : Bogotá

Comentario :

Si bien tiene razón el señor Rincón en su artículo, cae sin embargo, en la misma generalización que está criticando. En ocasiones los funcionarios públicos renuncian a su cargo, justamente por no querer ser funcionarios. Entonces que pueden hacer?. Cambian la profesión?, No puede negarsele a una persona que desarrolle su actividad profesional y conocimientos en otros sectores. Depende también el cargo. Estos temas tan delicados, y con un contenido ético no pueden ser planteados en términos absolutos pues se cae facilmente en un moralismo simple e inquisidor. Es un tema que debe tratarse con profundidad y prudencia. Sin desconocer que el fenómeno existe.

Anónimo dijo...

Nombre : Andres Villarreal
Ciudad : Bogota

Comentario :

Buen artículo, pero le faltó decir que nadie considera todas las fuerzas del mercado como "buenas". Desde el comienzo de las teorías económicas se aclaró que los mercados monopólicos, y hasta cierto punto los oligopólicos, son nocivos sin importar si son públicos o privados. Sólo se deberían permitir los monopolios "naturales", donde la distribución del "mercado" entre muchos competidores no funciona, como en las fuerzas de policía. Quien diga que no puede haber corrupción privada ignora que existen las mismas posibilidades de abuso en una empresa privada que controla un bien o servicio necesario, que en una empresa pública.

Anónimo dijo...

Nombre : Remedios
Ciudad : Bucaramanga

Comentario :

Solo la implantación de fuertes leyes contra la corrupción y entre ellas el paso del sector público al sector privado cuando se trate de actividades conexas, es la salida a tanto robo del dinero de todos por parte de hampones que salen en las páginas rosa de las revistas.

Anónimo dijo...

Nombre : klinio parga
Ciudad : bogotá

Comentario :

Ciertas capas de la población se refieren al sector público en forma despectiva y no pierden oportunidad de desacreditarlo y acahacarle todas las desgracias que nos aquejan. Pero a la primera ocasión no dudan en lagartearle a su "junior" una chanfa en éste olvidándose de todos los denuestos que dirigieron contra él.Luego de lucrarse pasan al sector privado con todo el know how y nuevamente a hablar pestes de él.

Anónimo dijo...

Nombre : Juan Lewin
Ciudad : Bogotá

Comentario :

Totalmente de acuerdo: la corrupción no tiene un lugar específico dentro de la sociedad, sino que se puede dar tanto dentro de la público como en lo privado. Y, claro, el uso de información privilegiada es un gran mecanismo para enriquecerse. Inteligente, sencilla y lúcida columna, además de la valentía al mencionar casos concretos. Felicitaciones!

Anónimo dijo...

Nombre : Roberto Rengifo
Ciudad : Medellín

Comentario :

Bien Rafael. Nuestras desgracias comienzan y siguen por la corrupción. La GRAN INSTITUCIÓN que más se defiende en el país y es el sector privado quien más aporta en ello. De manera general, no existe gran fortuna, en Colombia obtenida de manera legal. Roberto R/.