el yesQuero
Columna ciudadana de análisis y crítica política
www.elyesquero.blogspot.com, elyesquero@gmail.com
No. 136 Medellín, Colombia
El que con lo ajeno se viste …
Por
Rafael Rincón (*)
El Juez Once Administrativo del Circuito de Medellín ordenó al alcalde de esta ciudad, en un proceso que resuelve una acción popular, desocupar el inmueble municipal en el que reside desde el comienzo de su administración en el 2004.
El alcalde Fajardo, de buena fe, se asentó en el tradicional barrio Prado Centro ocupando una exclusiva vivienda de propiedad del ente territorial, según él, para acompañar a sus vecinos e impulsar el desarrollo de este tradicional sector.
La vivienda fue adquirida en el 2000 por el gobierno de Juan Gómez Martínez y en una de las cláusulas de la escritura se dice que estará destinada a vivienda del alcalde de la ciudad.
El mandatario municipal Fajardo alega que existe un error judicial en la sentencia y que ya hay decisiones anteriores de otras instancias que lo han favorecido (Fiscalía y Procuraduría).
Sin embargo, el alcalde está equivocado. Su conducta es coherente con las cláusulas de la escritura pública de adquisición del bien, pero es contraria a la ley y por eso fue demandada y mereció ser investigada. Las prestaciones sociales de los alcaldes en Colombia son de reserva legal, no pueden ellos mismos autorizarse remuneraciones que no tengan fundamento en la ley.
Ninguno de los alcaldes de Colombia tiene vivienda como parte del salario, o como prestación social; ninguno podría residir, por ejemplo, en la casa de la cultura. El alcalde de Medellín no es la excepción, ni puede abrir con esta conducta la puerta para que bienes fiscales se conviertan en residencias personales.
Crear una prestación social (derecho a residencia en un bien municipal) por escritura pública es una alcaldada, un despropósito; y vivir en bienes municipales arguyendo que con ello se logrará un mayor desarrollo urbanístico es otro despropósito.
Residir en una casa del municipio es hacer uso de un bien municipal para beneficio propio, así haya efectos colaterales de beneficio comunitario como más seguridad para la zona, cierre de vías, y atracción de mayor inversión municipal.
Es doctrina resabida que las razones altruistas o nobles en el uso indebido de bienes públicos no exculpan a sus autores.
No hay duda que la casa del barrio Prado Centro es del municipio de Medellín y no del ciudadano Sergio Fajardo, lo que el alcalde puede hacer es arrendar una vivienda en el mismo lugar, donde lo aclama la comunidad, o conseguir una en la Comuna Trece, en donde se requiere más desarrollo y seguridad, y reembolsarle al tesoro público municipal el dinero correspondiente a tres años de cánones de arrendamiento, que es aproximadamente el valor del detrimento patrimonial que se podría ventilar en un juicio de responsabilidad fiscal.
Si el alcalde toma una vivienda con sus propios recursos se evita la molestia de tener que decir mentiras como que ahorra en los capuchinos del despacho para invertirlos en la casa de huéspedes, su morada. ¿Cómo harán esos traslados presupuestales de funcionamiento a inversión social?
Invocar razones altruistas, o el interés general suele ser una estrategia para justificar beneficios propios. El alcalde se ha defendido diciendo que le tocó vivir en un barrio residencial para poder lograr el desarrollo del sector. Que sacrificios.
(*) Director del Consultorio de Derechos y Gobernabilidad háBeas Corpus
Medellín, 13 de febrero de 2007
Columna ciudadana de análisis y crítica política
www.elyesquero.blogspot.com, elyesquero@gmail.com
No. 136 Medellín, Colombia
El que con lo ajeno se viste …
Por
Rafael Rincón (*)
El Juez Once Administrativo del Circuito de Medellín ordenó al alcalde de esta ciudad, en un proceso que resuelve una acción popular, desocupar el inmueble municipal en el que reside desde el comienzo de su administración en el 2004.
El alcalde Fajardo, de buena fe, se asentó en el tradicional barrio Prado Centro ocupando una exclusiva vivienda de propiedad del ente territorial, según él, para acompañar a sus vecinos e impulsar el desarrollo de este tradicional sector.
La vivienda fue adquirida en el 2000 por el gobierno de Juan Gómez Martínez y en una de las cláusulas de la escritura se dice que estará destinada a vivienda del alcalde de la ciudad.
El mandatario municipal Fajardo alega que existe un error judicial en la sentencia y que ya hay decisiones anteriores de otras instancias que lo han favorecido (Fiscalía y Procuraduría).
Sin embargo, el alcalde está equivocado. Su conducta es coherente con las cláusulas de la escritura pública de adquisición del bien, pero es contraria a la ley y por eso fue demandada y mereció ser investigada. Las prestaciones sociales de los alcaldes en Colombia son de reserva legal, no pueden ellos mismos autorizarse remuneraciones que no tengan fundamento en la ley.
Ninguno de los alcaldes de Colombia tiene vivienda como parte del salario, o como prestación social; ninguno podría residir, por ejemplo, en la casa de la cultura. El alcalde de Medellín no es la excepción, ni puede abrir con esta conducta la puerta para que bienes fiscales se conviertan en residencias personales.
Crear una prestación social (derecho a residencia en un bien municipal) por escritura pública es una alcaldada, un despropósito; y vivir en bienes municipales arguyendo que con ello se logrará un mayor desarrollo urbanístico es otro despropósito.
Residir en una casa del municipio es hacer uso de un bien municipal para beneficio propio, así haya efectos colaterales de beneficio comunitario como más seguridad para la zona, cierre de vías, y atracción de mayor inversión municipal.
Es doctrina resabida que las razones altruistas o nobles en el uso indebido de bienes públicos no exculpan a sus autores.
No hay duda que la casa del barrio Prado Centro es del municipio de Medellín y no del ciudadano Sergio Fajardo, lo que el alcalde puede hacer es arrendar una vivienda en el mismo lugar, donde lo aclama la comunidad, o conseguir una en la Comuna Trece, en donde se requiere más desarrollo y seguridad, y reembolsarle al tesoro público municipal el dinero correspondiente a tres años de cánones de arrendamiento, que es aproximadamente el valor del detrimento patrimonial que se podría ventilar en un juicio de responsabilidad fiscal.
Si el alcalde toma una vivienda con sus propios recursos se evita la molestia de tener que decir mentiras como que ahorra en los capuchinos del despacho para invertirlos en la casa de huéspedes, su morada. ¿Cómo harán esos traslados presupuestales de funcionamiento a inversión social?
Invocar razones altruistas, o el interés general suele ser una estrategia para justificar beneficios propios. El alcalde se ha defendido diciendo que le tocó vivir en un barrio residencial para poder lograr el desarrollo del sector. Que sacrificios.
(*) Director del Consultorio de Derechos y Gobernabilidad háBeas Corpus
Medellín, 13 de febrero de 2007
23 comentarios:
Hola Rafa,
Buen análisis, de manera serena se descubre un condimentado peculado.
Julio César
y que pasa si los órganos de control se quedan callados. La Personería es de Fajardo, y la Procuraduría es uribista. Está todo para que no pase nada.
ORLANDO B.
Corto, breve y sustancioso.
Es un cambio dramático con la situación de años atrás, cuando cada municipio tenía una casa fiscal para estas finalidades.
Interesante hacer un paralelo con las fuerzas armadas y de policía ya que estas instituciones no sólo tienen este tipo de viviendas sino que utilizan el personal público para todos los menesteres domésticos (visibles). Además tienen casinos y hoteles.
Cordial saludo.
No pues que tan hospitalarios los del barrio prado, atienden al alcalde en casa ahjena. Si están tan contentos con él que se lo lleven para sus propias casas. Ahi mismo se les acabga la hospitaliddad.
Lucero Quiroz
Rafael, en síntesis, a pagar los arriendos correspondientes a tres añitos, no mas. Muchas gracias
Ramiro
Hola Rafael te acompaño en la carcajada.............resultó vivo el burgomaestre............tendraán eco tus apreciaciones?
gracias
jroge
Apreciado Rafael:
Excelentes artículos, nos gustan y nos agradaría poder compartirlos con la comunidad. Si no es problema y nos das la autorización los podríamos publicar en nuestro periódico cultural. Recibe amicalmente un cordial y sincero saludo.
Fernando Ortega
Director
CALI CULTURAL
calicultural@calicultural.com
TU TRANQUI QUE FAJARDO ESTARÁ POR LO MENOS CUATRO AÑOS EN LA CASA DE NARIÑO.
ALEXA
gracias por sus articulos, lo felicito
eliecer leon simancas
ALEXA dijo...
TU TRANQUI QUE FAJARDO ESTARÁ POR LO MENOS CUATRO AÑOS EN LA CASA DE NARIÑO.
ALEXA
5:57 PM
Tu propuesta de que Fajardo arrende una casa particular en el barrio el prado me parece acertada, pero; ¿No sería una solución salomónica que arrendara la propia casa municipal por el canon legal? Y lo que dijo Alejandra, "TU TRANQUI QUE FAJARDO ESTARÁ POR LO MENOS CUATRO AÑOS EN LA CASA DE NARIÑO", me ha puesto a pensar. ¿Por qué, Hector, el presidente de la Republica sí tiene derecho a vivir en un bien fiscal (La Casa de Nariño) y los alcaldes y gobernadores nó? ¿Donde queda el principio de igualdad que consagra la constitución de 1991?
Con todo respeto,
Guillermo
Juridicamente el análisis es parcialmente cierto, politicamemnte todo un desproposito que no propone nada, arma "rafarrancho" y con una actitud tipicamente leguleya argumenta que el altruísmo tiene que atarse al derecho. Parece un abogado tipicamente capitalista de las petroleras cuando buscan expropiar las tierras indigenas. ¡¡ que argumentos tan torcidos de quien se dice defensor de derechos humanos!!
certera columna... devela el verdadero sentir del hombre del bluyin... aquel que han inflado los medios a punta de pauta... el mismo que cuando viene a Cali se cree el "non plus ultra" de la generación paisa, cuando en realidad es un matemeatico de dedo parado...
Yoten
p.d.: sugerencia, ¿podría pegar la columna en este espacio? Abrirla es aveces traumático...
Dr Rafael una reflexión adicional:
el Consejo de Estado ha sido muy claro que tratándose de acciones populares, y en especial cuando se busca la protección de la moralidad, NO ES NECESARIO, NO ES REQUISITO DEMOSTRAR QUE SE ESTE ANTE UNA VIOLACIÓN DE UNA NORMA LEGAL...
ES DECIR SE PUEDE ESTAR VULNERANDO LA MORALIDAD, AUN ACTUANDO BAJO LEGALIDAD.
la moralidad es un plus, es un agregado a la simple legalidad, la moralidad se desconoce cuando se esta ante un comportamiento que se aparta, aleja, del estandar normal, medio de pulcritud, de decencia, de transparencia, de prevalencia del interes gral.
asi que en una accion popular poco importa que la fiscalia y la procuraduria hayan absuelto, pues dichos organos buscan cosas muy diferentes a lo que se persigue con una accion popular...
Hola Dr Rafael. en esto días pensaba: hace 3 años casi condenan, casi azotan publicamente a la gerente de eeppm porque queria comprar una vajilla de 100 millones, que no era para ella, era para el servicio de la empresa, de todos sus visitantes, ; en cambio a fajardo le compran bienes para uso personal por mas de 300 millones, y el tema no pasa de sre dizque una estrategia politica de luis perez para desprestigiar al alcalde... no hay derecho.
yo hasta paso que el elcalde viva alla, pero eso de comprarle colchón, nevera, hornos, plantas, jardines, etc con recursos publicos si es un descaro..
es que ademas en la alpujarra tiene todas las atenciones.. es decir tiene por duplicado "gastos de representación"...
definitivamente nos merecmos el premio nobel alternativo a los avivatos.
Cuidate vos mucho de una alcaldada o un aldabazo en la nuca del fajardito, qué barbaridad.... es la primera risa del dia, cuando dices que se vaya a la comuna 13 que allá si puede trabajar por el desarrollo y la sguridad.... ay querido, que la vida te preserve.
Ana
Me encontré este artículo que muestra otra mirada;
El Alcalde y el barrio Prado
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Hace muchos años, en l990, durante la primera administración del Doctor Juan Gómez, la ciudad compró la antigua casa de don Jesús Mora, muy hermosa, para destinarla a servir de residencia del Alcalde. Esa casa se mantuvo cerrada, recogiendo polvo y sin que fuera utilizada para nada, durante las administraciones de Omar Flórez, Juan Gómez, Sergio Naranjo y Luis Pérez. Desde antes de la fundación de la Junta de Acción Comunal del barrio Prado, en l999, los vecinos le pedíamos continuamente al Alcalde que se pasara a vivir al barrio Prado, hasta que Sergio Fajardo y otros candidatos se comprometieron, durante la pasada campaña electoral para la Alcaldía, a acondicionar la casa y a pasarse con su familia a vivir al barrio Prado. El alcalde Fajardo cumplió su promesa y ocupó la casa en diciembre de 2004. Además apoyó los planes de recuperación de Prado creando, en la Secretaría de Planeación del Municipio, un grupo dedicado a estudiar el barrio y a formular propuestas concretas. Como resultado de estos esfuerzos ya ha sido presentado el Plan Especial de Preservación Patrimonial (PEPP) y se está trabajando en el Plan Parcial de Prado. También se han hecho pequeñas obras como recuperación de andenes, siembra de árboles, limpieza y poda de los antiguos, construcción de cordones y subida del voltaje de la iluminación con el fin de mejorar las condiciones de seguridad en las horas de la noche.
La decisión de un juez de expulsar al Alcalde de la casa de Prado por razones que se presentan como relativas a la moral administrativa y a la ley aparece como otro exabrupto de este país leguleyo y torcido.
Ninguno de los alcaldes anteriores mostró un interés como el del actual en la recuperación de Prado y en el cuidado de su patrimonio arquitectónico. Los funcionarios de la actual Alcaldía han practicado una apertura sin precedentes ante las inquietudes y propuestas de los habitantes. Pueda ser que esto no forme parte de la campaña electoral que comienza porque sería un mal precedente abrir el fuego con argumentos que no parecen limpios para atacar la gestión del alcalde Fajardo. Las contradicciones son normales en una democracia y no todo el mundo está obligado a respaldar esa gestión o a quienes representan su continuidad en el actual proceso electoral, pero los ciudadanos de la base debemos exigir que los términos de la confrontación se definan apoyándose en la verdad y no en acusaciones que dejan mal parados no tanto a los acusados como al orden legal que nos rige.
isaldarriaga44@yahoo.com
FAJARDO SE FUE A VIVIR AL BARRIO PRADO Y LE FUE BIEN AL BARRIO PARADO. PERO, POR QUE TENEMOS QUE PAGAR EL ARRIENDO Y AMOBLARLE LA CASA CON IMPUESTOS DE TODOS.
BACANO QUE VIVA ALLÁ, PERO QUE LO HAGA COMO LO HACEMOS TODOS LOS MORTALES, CON DINEROS DE SU PROPIO BOLSILLO.
ELIZA VÉLEZ
Lo ideal sería que el barrio Prado progresara sin que el alcalde tuviera que vivir en él. O sea que Prado recibe ventajas es por su huesped y no por ser el barrio Prado.
Rafa, recuerdo que aquí en Bogotá Mockus estuvo viviendo un tiempo en el Palacio Lievano. No se si hubo demandas.
Alberto
Dr. Rafael, Fajardo tiene mucho que pulir, pero es de lo mejorcito que tenemos en política. Acepto su señalamiento, me parece que el alcalde está arriesgando mucho por muy poquita cosa, y creo que devolverse ahora sería darle la razón a otros que tienen más un afan de hacer quedar mal al alcalde que de propugnar por la moralidad pública.
Por favor me envía la sentencia de la acción popular a dorisvilla@yahoo.es
Gracias por sus escritos.
Doris Helena Villa
A los maestros y maestras también se merecen una casita donde vivir como la del señor alcalde, mira en el corregimiento de Palmitas tan mal estamos que ni siquiera una ruta de transporte tenemos a esto sumale los malditos peajes que hacen imposible tener una vida digna, gracias hombre por tus comentarios que tan buenos.
HECTOR DE JESUS TORRES CORREA
Y QUIEN DIJO QUE PORQUE LA GENTE LO APOYE EL ALCALDE NO ES REPONSABLE. A CURI LO LO REELIGIERON EN CARTAGENA Y DE CUANTOS CASOS DE CORRUPCIÓN ES RESPONSABLE. AHORA EL GOBERNADOR DEL CESAR METIDO EN EL LIO DE LA PARAPOLITICA HA SIDO APOYADO POR CENTENARES DE PERSONAS. ¿ENTONCES SON INOCENTES?
MARIA T. VERGARA
Me parece que un hombre que se precia de ser inteligente y altruista llegue por apetito personal para congraciarse con su beneficiario y amigo/a lupe, meterse a esculcar en la vida de otros en temas propios de tinterillos sin trabajo y con ganas de uno a costa de lo que sea y por encima de quién sea. Triste, muy triste me deja, después de que alcancé a pensar que era compañero y que aparenta nobleza. Ladino es la palabra.
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