el yesQuero
Columna ciudadana de análisis y crítica política
www.elyesquero.blogspot.com, elyesquero@gmail.com
No. 133 Medellín, Colombia
El que paga por la peca
Por
Rafael Rincón (*)
Las políticas públicas anticorrupción casi siempre están orientadas a controlar al que peca por la paga, al corrupto; con esta lógica se investiga y sanciona el peculado, la concusión, el cohecho, la celebración indebida de contratos, conductas éstas que tienen siempre al servidor público como sujeto activo de una conducta delictiva.
Este modelo anticorrupción focaliza el problema en el sector público y se nutre especialmente de la percepción que crean los medios de comunicación. Trabaja una representación que alimenta la ecuación: política=corrupción. Pero, esta forma de corrupción es solo una cara de la moneda, es la faz perceptible de la corrupción.
Sin embargo, resulta que ésta tiene un revés oculto, muchas veces generador de mayor detrimento patrimonial que las conductas tipificadas por los códigos penales o escandalizadas por la prensa.
El paradigma clásico anticorrupción deja por fuera a quienes pagan por la peca. El Índice de Percepción de la Corrupción (IPC) que desarrolla Transparencia Internacional (TI), y que mide la corrupción en más de 160 países, no captura a los determinadores de las conductas corruptas, y que la mayoría de las veces no son servidores públicos, sino grandes beneficiarios de políticas públicas, muchas veces adversas a la inversión social.
Los grandes grupos empresariales, que son grupos de poder (monopolios), son también organizaciones políticas aunque denigran de ella, inciden en las políticas públicas cuando financian campañas electorales o de buena imagen, cuando contratan encuestas, cuando cabildean para conseguir entornos legislativos o desregulaciones favorables a sus intereses, cuando sus líderes participan en las juntas directivas de las empresas públicas.
Uno de estos monopolios es el financiero, que como grupos económicos de poder quieren llegar muy alto capturando al Estado, pero sin vestirse de servidores públicos. Ellos son los que pagan por la peca: califican o descalifican los Gobiernos cuando los dineros públicos no están en sus bancos. Consideran que el gobernante está en el lugar equivocado cuando no consigna en sus arcas o no presta lo público para apalancar sus negocios.
En Medellín, por ejemplo, no consignar en Bancolombia significa estar en el lugar equivocado. El llamativo presupuesto de inversión no puede estar regado en la banca y mucho menos en la banca solidaria, debe estar en las fauces del grupo empresarial que controla la economía y el poder. No hacerlo es caer en desgracia, significa no gozar de publirreportajes, encuestas a favor o invitaciones.
El que paga por la peca goza de privilegios: no va a la cárcel por evasión de impuestos, no soporta las redistribuciones ni las reformas tributarias, le corre a la reforma agraria, aunque aprueba las contrarreformas paramilitares, la equidad es un voquible terrorista, sus compras las viste de fusiones para embolsillarse las ganancias ocasionales, los servicios de salud y educación son botines arrancados al Estado social que han convertido en mercancía, tiene el poder para inundar los despachos públicos con prebendas, se defiende judicialmente con ex magistrados, cuando llega a la cárcel dicen los medios que fue por error de la Fiscalía o por ignorancia de los jueces.
El corruptor recibe la casa por cárcel de la misma manera que recibe la Cruz de Boyacá, seguramente con el mismo desafuero de quienes reciben favores políticos “mientras no estén en la cárcel”. El corruptor es un filántropo que regala 24 mil millones de pesos a los estudiantes de estratos uno y dos, cuando él mismo se los ha quitado a sus padres con reformas laborales y flexibilizaciones.
La banca corruptora es un factor de ingobernabilidad. Sin reatos de conciencia, y parados en el modelo clásico de corrupción, afirman que en Colombia a la economía le fue bien, es decir a ellos (3.2 billones de utilidades en 2006), pero que a la política le fue mal (los escándalos de la “parapolítica”).
Es que para los corruptores la economía son ellos, esa minoría privilegiada, y la política, son todos los demás, los corruptos.
(*) Director del Consultorio de Derechos y Gobernabilidad háBeas Corpus
Medellín, 23 de enero de 2007
Columna ciudadana de análisis y crítica política
www.elyesquero.blogspot.com, elyesquero@gmail.com
No. 133 Medellín, Colombia
El que paga por la peca
Por
Rafael Rincón (*)
Las políticas públicas anticorrupción casi siempre están orientadas a controlar al que peca por la paga, al corrupto; con esta lógica se investiga y sanciona el peculado, la concusión, el cohecho, la celebración indebida de contratos, conductas éstas que tienen siempre al servidor público como sujeto activo de una conducta delictiva.
Este modelo anticorrupción focaliza el problema en el sector público y se nutre especialmente de la percepción que crean los medios de comunicación. Trabaja una representación que alimenta la ecuación: política=corrupción. Pero, esta forma de corrupción es solo una cara de la moneda, es la faz perceptible de la corrupción.
Sin embargo, resulta que ésta tiene un revés oculto, muchas veces generador de mayor detrimento patrimonial que las conductas tipificadas por los códigos penales o escandalizadas por la prensa.
El paradigma clásico anticorrupción deja por fuera a quienes pagan por la peca. El Índice de Percepción de la Corrupción (IPC) que desarrolla Transparencia Internacional (TI), y que mide la corrupción en más de 160 países, no captura a los determinadores de las conductas corruptas, y que la mayoría de las veces no son servidores públicos, sino grandes beneficiarios de políticas públicas, muchas veces adversas a la inversión social.
Los grandes grupos empresariales, que son grupos de poder (monopolios), son también organizaciones políticas aunque denigran de ella, inciden en las políticas públicas cuando financian campañas electorales o de buena imagen, cuando contratan encuestas, cuando cabildean para conseguir entornos legislativos o desregulaciones favorables a sus intereses, cuando sus líderes participan en las juntas directivas de las empresas públicas.
Uno de estos monopolios es el financiero, que como grupos económicos de poder quieren llegar muy alto capturando al Estado, pero sin vestirse de servidores públicos. Ellos son los que pagan por la peca: califican o descalifican los Gobiernos cuando los dineros públicos no están en sus bancos. Consideran que el gobernante está en el lugar equivocado cuando no consigna en sus arcas o no presta lo público para apalancar sus negocios.
En Medellín, por ejemplo, no consignar en Bancolombia significa estar en el lugar equivocado. El llamativo presupuesto de inversión no puede estar regado en la banca y mucho menos en la banca solidaria, debe estar en las fauces del grupo empresarial que controla la economía y el poder. No hacerlo es caer en desgracia, significa no gozar de publirreportajes, encuestas a favor o invitaciones.
El que paga por la peca goza de privilegios: no va a la cárcel por evasión de impuestos, no soporta las redistribuciones ni las reformas tributarias, le corre a la reforma agraria, aunque aprueba las contrarreformas paramilitares, la equidad es un voquible terrorista, sus compras las viste de fusiones para embolsillarse las ganancias ocasionales, los servicios de salud y educación son botines arrancados al Estado social que han convertido en mercancía, tiene el poder para inundar los despachos públicos con prebendas, se defiende judicialmente con ex magistrados, cuando llega a la cárcel dicen los medios que fue por error de la Fiscalía o por ignorancia de los jueces.
El corruptor recibe la casa por cárcel de la misma manera que recibe la Cruz de Boyacá, seguramente con el mismo desafuero de quienes reciben favores políticos “mientras no estén en la cárcel”. El corruptor es un filántropo que regala 24 mil millones de pesos a los estudiantes de estratos uno y dos, cuando él mismo se los ha quitado a sus padres con reformas laborales y flexibilizaciones.
La banca corruptora es un factor de ingobernabilidad. Sin reatos de conciencia, y parados en el modelo clásico de corrupción, afirman que en Colombia a la economía le fue bien, es decir a ellos (3.2 billones de utilidades en 2006), pero que a la política le fue mal (los escándalos de la “parapolítica”).
Es que para los corruptores la economía son ellos, esa minoría privilegiada, y la política, son todos los demás, los corruptos.
(*) Director del Consultorio de Derechos y Gobernabilidad háBeas Corpus
Medellín, 23 de enero de 2007
19 comentarios:
Uribe III o legitimar el Estado
Por Germán Ayala Osorio
La propuesta de Julio Mario Santodomingo de permitir una segunda reelección de Uribe Vélez le suena no sólo a un sector del uribismo, del liberalismo, del conservatismo y de la llamada opinión pública, sino a los propios medios de comunicación que han hecho eco de la recomendación del reconocido industrial, sin mayor análisis crítico de sus alcances.
La insinuación no sólo resulta apresurada e inconveniente, sino irrespetuosa por cuanto desconoce la posibilidad que tienen los colombianos de discutir, privada y públicamente, las realizaciones y los yerros de las dos administraciones de Uribe.
Más allá de si el Presidente acepta o no asumir un tercer período, lo que sin duda está recomendando – y mañana, exigiendo- el señor Santodomingo es que se profundicen un tipo de Estado –mínimo, a satisfacción de él mismo- y un modelo económico que asegure, a través del ejercicio del poder político, la infelicidad a grandes mayorías de la población colombiana. Esto es, la concentración aún mayor de la riqueza y la continuidad de la guerra contra las Farc y la amenaza terrorista, extendiéndola y asegurando su existencia. Es decir, una guerra perpetua asegurará el proyecto político de la derecha colombiana.
Eso en el plano interno. En el plano de las relaciones internacionales, la propuesta de Santodomingo es el resultado del miedo que generan los giros políticos y económicos que se vienen dando con Chávez y que continuarán en Ecuador con la llegada de Correa. Socialismo profundo o socialismo de mercado le aterra a la clase dirigente colombiana, así como la lucha que el líder bolivariano -y la que empezará su novel émulo-, se libra, justamente, contra los sectores más privilegiados en Venezuela y Ecuador.
Incapaces de revisar las nefastas consecuencias sociales y políticas de un neoliberalismo exacerbado, industriales, la clase política y dirigente buscarán que la poco inocente propuesta de Santodomingo sea una realidad, con Uribe o sin él. Ello significará que desde ya a los presidenciables de la izquierda colombiana les resultará aún más difícil alcanzar las simpatías de una opinión pública atemorizada de tiempo atrás por lo que está sucediendo y sucederá con los vecinos y países hermanos que dieron el giro ideológico que tanto atemoriza a quienes aseguraron el triunfo de Uribe y su reelección inmediata. Para ello, los industriales cuentan con los medios masivos de información, convertidos en componentes vitales de sus emporios económicos.
Responder de esa manera a los retos que imponen los más cercanos gobiernos socialistas de Venezuela y Ecuador, y en general a los de Brasil, Argentina, Chile y Uruguay, es apresurado, pero perfectamente apegado a las características de una clase empresarial y dirigente incapaz de reconocer lo inviable que resulta un modelo económico que concentra la riqueza en pocas manos y que persigue a la clase media a través de medidas económicas.
Si para Hobbes el hombre era naturalmente intratable e insociable, para los neoliberales la solidaridad y la responsabilidad social del Estado resultan ser principios impropios para el crecimiento económico y el progreso.
Reafirmar, consolidar y perpetuar un proyecto de derecha en Colombia garantizará su aislamiento latinoamericano. Hoy, cuando nos hemos convertido en el alfil de los Estados Unidos, los vecinos ya nos ven con sospecha y como un incómodo y poco confiable vecino.
Más inteligente sería revisar con cuidado lo que sucede internamente en el país para generar gobernabilidad, resultante del beneplácito de las grandes mayorías de colombianos y no una virtual sostenida en la efectiva y efectista propaganda mediática; buscar legitimar la acción estatal debe ser la prioridad, pero para ello se requiere un giro en la idea que se tiene hoy de cuál es – y debe ser- el papel del Estado. Sin socialismos exacerbados y sin polarizaciones es posible recomponer el camino. La búsqueda de la felicidad de las grandes mayorías debe ser la prioridad del Estado por encima de proyectos hegemónicos, autoritarios y mesiánicos, basados y sostenidos en odios, desavenencias y conflictos de clase.
El anuncio del industrial debe llamar la atención de la izquierda democrática colombiana, especialmente en los dirigentes y militantes del PDI, para diseñar un plan de acción política que les asegure la fuerza necesaria para enfrentar el escenario electoral en el 2010. El reto es grande, empezando por la necesidad de distanciarse efectiva y públicamente de la acción armada de las guerrillas.
Cali, jueves 18 de enero de 2007.
Hola Rafael te luciste esta vez , te falto si decir cual es el berraco que arregle esta situación felicitaciones
jorge
Muy buen día
Interesante todo el contenido, sobre todo lo de "color verde", en la linea 8, la cual corresponde al segundo párrafo que ha sido señalado con el color rojo, parece que una de las dos palabras se podría omitir.
Gracias por su valiosa información.
Hola Rafa empezaste muy bien el año… Un abrazo Hermano,
Oswaldo
Hombre Rafa, buen día. Ya estaba haciendo falta El Yesquero!!!!
Un saludo Rafael.
Excelente como de costumbre. Creo que hay que trabajar en ese mismo sentido un proceso de reparación social y financiera con los colombianos. Que tal que estos emporios empezaran a reconocer y confesar sus deudas con los miles de cientos de destechados, de despojados gracias a sus desbordadas "ganancias".
Ya mencionó la generosa "donación" de Santodomigo con su propuesta para perpetuar la plutocracia actual en cabeza de Uribe. Que tan bueno, hacr caer en cuenta sobre la lesgislación casi con nombre propio sobre el uso del combustible biológico y la mezcla obligatoria con gasolina. Don Carlos Ardila era el único con la planta de tratamiento y las extensiones de tierra. A todos se les va pagando su aporte en las campañas y en las sucesivas. Cada quien lleva su pedazo.
Feliz año
alfredo
BUENOS DIAS RAFAEL, QUE BUENA ESTUVO ESTA, ME PREOCUPA QUE PUBLIQUES TANTO LA FOTO EN TUS ESCRITOS, TODOS TE VAN A CONOCER TAN FACIL Y PERSONAS COMO TU, ME CONSTA QUE LE ESTORVAN A NUESTROS PADRES DE LA PATRIA, BANQUEROS Y EMPRESARIOS. SUERTE
Gloria M
Muy interesante esta reflexión al momento de formular políticas públicas contra la corrupción. La verdad es que se hace mucho énfasis en los efectos, en los resultados, y no se ataca a los corruptores.
Ana Marcela Cabrales
Universidad javeriana
Hola Rafa, acabo de leer tu última columna
déjame te felicito, que claridad y buen manejo
del tema.
Democráticamente,
Hola Rafa:
Feliz Año (con retroactividad y sin rebaja). Me alegro que vuelva a coger la pluma, y con la agudeza de siempre para desnudar el funcionaiento del poder como se ejerce en Colombia. Muy bueno el artículo sobre los determinadores de la corrupción. Hasta luego y suerte,
luis javier
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para pensar, porque este Rincón -el de El Yesquero- no tiene nada qué ver con el otro Rincón, el paisa aquel que después de voltearnos La Hoja, nos dejó viendo cocuyos en La Luciérnaga con sus opiniones acomodadas... por algo Gardeazábal lo eclipsó de tal manera que alguien se inspiró para hacerle una parodia diaria con sus "indicadores de cualquier cosa". cof, cof, cof.
Nota: Se adjuntó el mensaje reenviado.
C.S. John Tenorio
Universidad Autónoma de Occidente, Cali
Tls 449-5303. Cel 315-5469190
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Te felicito, una de tus mejores columnas!!!!
Mauricio Tobon
ASI COMO FAJARDO LE PARTICIPA A LA BANCA DEL SINDICATO ANTIOQUEÑO LE DEBERÍA PARTICIPAR A LA BANCA SOLIDARIA.
EN MEDELLÍN POR TODAS PARTES APARECE BANCOLOMBIA EN LOS AVISOS DEL MUNCIPIO: AVENIDA ORIENTAL, PLAZA MAYOR, ALPUJARRA.
CON RAZÓN LO QUIEREN TANTO.
LUIS EDUARDO OCHOA
Muy bueno.
Que este año Rafa, te traiga mucha paz y salud; el amor y el dinero llegará por añadidura.
Sinceramente,
Helena Míryam
Doctor Rafael Rincon:
Reciba mi fraternal saludo y votos por sus éxitos permanentes.
He recibido y leído sus artículos en mi correo electrónico desde hace unos meses y quiero felicitarlo por los importantes análisis que allí hace y agradecerle por tenerme como receptor de su pensamiento e ideas.Yo conformo el equipo de redacción de (Mira el periódico de la gente), que circula a nivel nacional cada mes ,donde estoy encargado de recibir los comentarios, cartas a la redacción, artículos de opinión de nuestros lectores. En tal sentido, me gustaría contar en algún momento con uno de sus artículos para incluirlo en nuestro periódico. Para esto es necesarioi tener su autorización a modo de columnista invitado. El artículo a publicar llevaría una foto del autor a color con su respectivo crédito.
Atte : Alberto Santander B
Periodista Periódico Mira.
Santiago de Cali, Col
Enero 26 de 2007
Estimado
Rafa
Fraternal apretón de mano
Hermano, lúcidos y argumentados planteamientos que inducen a concluir que la Ley en Colombia es pá los de Ruana. Las cárceles están llenas de raponeros callejeros solamente. Los de cuello blanco en casa o en sitios especiales estudiando idiomas o jugando al azar para acreditar Buena Conducta y Horas de Estudio.
Mira- te quedaste algo corto. ¿Por qué?
No olvides e incluye en tu análisis a los ilustres Altos Mandos Militares y su Caricatura de Justicia Castrenses. Ellos- como en el pasado hacen como el gato cuando defeca que tapa. Y, cuando se les descubre entra como un resorte a operar su gelatinosa Justicia. Recuerda el famoso caso de los Fusiles Galil y las compra de pertrechos militares. O, recientemente los millones de dólares que des-administró el Coronel encargado de la Policía Antinarcóticos. También, el debate en el Congreso por la compra del Avión para el servicio del Sr. Presidente. etc… En este toma y dame añade a los prósperos empresarios que han pagado sistemáticamente Vacuna a los grupos armados para mantener a flote sus negocios. En esta rara cadena del chanchullo y el serrucho pocos se han escapado de ser tentados por el billete de las Comisiones a todo nivel:
Desde la Salud hasta las Carreteras. Flaco servicio del Control Posterior que se ejerce en Colombia.
Nada más mira en lo que queda el Principio a la Igualdad de nuestra
Constitución: Para transmitir en directo por TV un evento cultural es toda una sarta entramada de gestiones y, en cambio los Consejos Comunitarios del Palacio Presidencial resbalan directo sobre vaselina a costas del erario público.
Y…¡Claro! Para rematar: El Impuesto de Guerra lo pagan unos pocos, pero la sangre y los muertos la pone el pueblo.
Orlando EMR
Rafa: Leo con mucha atención casi todos tus artículos, son excelentes. Como es excelente "El que paga por la peca", pero ¿Qué hacer?, casi que la crítica y la desconfianza permanente en el poder (creo que la última se me convirtió en una actitud personal), limita o impide el actuar político porque como en la canción de salsa, "si te busco por allí, me sales por allá...", es decir, es paradójico, la acción política partidista o la militancia sacrifica siempre principios por la búsqueda del poder.
En todo caso muchas gracias por tus luces.
Saludos cordiales,
Jorge Arturo Escobar R.
Excelente analisis. Todos esos personajes adoran a "don dinero" al "señor Poder", a "doña Venia" a "Mister Respeto", a la Niña Buena Comida", al señor Buen Viaje" y a "Messié Mercedes Benz"; Pero ¿Que pasaría si le cambiamos los parametros a lo que hoy aprecian? Guillo
buena la koluman yo solo digo una kosa...ya dicha:
Si la libertad significa algo, es el derecho de decirle a la gente lo que no quiere oír. ( *orwell )
y tenia tanta razon !!!!
-la peste -
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