el yesQuero No. 117
Columna de análisis y crítica política
Correo electrónico: elyesquero@gmail.com; www.elyesquero.blogspot.com
Medellín, Colombia
Crimen e impunidad política
Por
Rafael Rincón (*)
A Haider Ramírez Colorado , el mejor líder comunitario de Medellín, lo mató una pareja de sicarios motorizada de cinco tiros de arma de fuego en la puerta de el Centro de Integración del barrio Villa Laura de la Comuna 13 de de Medellín, el miércoles 23 de agosto a las ocho de la mañana.
A Haider Ramírez lo mataron por líder y no por gregario, por comunitario y no por individualista, por civil y no por combatiente, por transparente y no por corrupto, a tiros para que no huyera, con sicarios para ocultar a los autores intelectuales, desde una motocicleta para asegurar la impunidad penal, en la mañana porque conocían sus desvelos y en la sede de su corporación porque los asesinos odian la asociación.
La muerte de Haider es un crimen político, es la muerte de un líder de 21 barrios del occidente de Medellín, que margina a un evidente candidato cívico del próximo debate electoral para alcaldes y concejos municipales. A Haider no lo mató un rayo, ni las gaseosas fuerzas del mal, ni su muerte es un caso aislado, no lo dejo sin vida una bala perdida, ni murió por de malas. El asesinato de Haider fue planeado, pensado, trabajado, calculado, medido, premeditado, organizado, pagado. Lo mataron por lo que era: un líder de convicciones comunitarias con visión de ciudad, un riesgo para la seguridad democrática, un rival del socarrón e infiltrado poder salvaje.
Aunque para las autoridades administrativas y de policía la muerte del líder es sólo una unidad dentro de la estadística de seguridad, un homicidio que no desfigurará el gráfico de resultados; la desaparición del líder sí crea un vacío político y social para la ciudad y es un hecho intimidatorio que conmociona a las organizaciones comunitarias.
La Comuna 13 de Medellín es un territorio obligado a dormir con el enemigo. Desde la Operación Orión, acción estatal de guerra en octubre de 2002, que terminó la confrontación armada, se quedó hospedado un actor irregular del conflicto armado, un actor que no tiene arraigo pero que ejerce su dominio con aquiescencia y paciencia de agentes estatales, controlando el negocio de las drogas e intimidando a sus adversarios. La seguridad de la Comuna 13 se exhibe como la quintaesencia del modelo de seguridad democrática.
La desaparición de Haider es una muerte funcional para garantizar una hegemonía de miedo que las autoridades locales y de policía no sienten y se niegan a ver. Es que en la Comuna 13 la Policía, el ejército, el paramilitarismo o la guerrilla no están amenazadas, sí lo están los líderes y las organizaciones sociales.
Las autoridades miden la tranquilidad con el rasero que señalan los certificados de defunción. Sin embargo, hay “muertes de miedo” que no cuentan para los registros policiales. La Comuna 13 está sitiada por la droga y las rentas ilegales de los incómodos inquilinos de post guerra.
La muerte del líder y la indignación ciudadana son acalladas con anuncios de capturas, ofertas de recompensas, investigaciones exhaustivas e identificación de cabecillas que no tienen que ver con el crimen. Son sofismas de distracción con los que se desvía la atención, se minimiza el impacto del delito y se sacia la sed de justicia.
Frente al crimen las autoridades no han rendido cuentas, guardan silencio, eluden la responsabilidad, parece que la Comuna 13 no tuviera Estado de derecho. Rendir cuentas es responder públicamente (políticamente), contarle a la ciudad lo que pasa en ella. Rendir cuentas es poner en público lo que algunos quieren hacer invisible. ¿Quién responde políticamente por la muerte de Haider?
Ya es costumbre que la muerte de líderes sociales se quede en la impunidad. Ahora se suma a la falta de justicia la impunidad política, no hay funcionarios responsables: el Alcalde, el Comandante de la policía y el Secretario de Gobierno pasan de agache, los vistosos funcionarios esta vez hacen mutis por el foro.
La muerte del líder no genera un memo, ni la más mínima llamada de atención. Aunque se conocen las circunstancias de tiempo, modo y lugar en que lo asesinaron, políticamente Haider parece muerto en un accidente, y todos, hasta sus verdugos, hipócritamente lo lloran y lamentan. El silencio parece indicar que la muerte del líder era un crimen útil, nadie levanta la voz para no dañar el equilibrio de fuerzas, como que la muerte de Haider debe ser una concesión para seguir gozando de los beneficios de la ciudad domada (menos homicidios a cambio de mayor gobernabilidad).
La impunidad penal genera venganza y la impunidad política le quita legitimidad al Estado de derecho y a quienes lo pregonan.
Medellín, 29 de agosto de 2006
(*) Director del Consultorio de Derechos y Gobernabilidad háBeas corpus
12 comentarios:
Felicitaciones por esa valiente, clara y libre palabra del yesquero.
saludo.
Me parece que cuando se refiere a la palabra Derecho para indicar la ciencia que estudia las leyes, etc., también se debe escribir con mayúscula: estudiante de Derecho, Estado de Derecho.
En los demás casos, ( tener derecho a ..., violar los derechos...), creo que se conserva la minúscula.
Consulta mi observación con los académicos para ver si tengo o no la razón.
Atento lector,
Ramiro Arteta
excelente. impresionante. es un crimen que deberia generar consecuencias en las altas esferas d elas autoridades civiles, politicas y militares.
pero la fiesta, la rumba, las obras de cemento y ladrillo se roban los titulares.
este crimen deberia generar responsabilidades en los altos mandos piliticos, civiles y militares.
pues es una zona que se supone esta tomada, esta intervenida, esta bajo el control del estado y de la autoridad y cuando ello es asi deben responder hasta por un rasgunño.
ojla la familia demande al municipio, al ejercito y policia y a las personas naturales alcalde, secretario d egobierno y comandante policia, para que paguen con sus propios pecunios.
ojala llegue el dia que los jueces empiecen a condenar a los gobernantes como personas naturales con su propio patrimonio.
Silencio.
mcjp
Excelente artículo, ubica el momento político y comienza a establecer los indicios que lo marcarán.si las fuerzas políticas democráticas, los movimientos sociales y las organizaciones no se manifiestan, la tendencias se confirmará con más líderes y habitantes de la ciudad muertos. Muertos por la violencia anónima, sin responsabilidad, sin claridad, con gran impunidad.
Hernando Roldán
Hola!
Hasta muy adentro... en las entrañas, un poco más adentro del estomago, en el corazón... y entre la impotencia y el coraje, llegan tus palabras, al vez lo único y lo más importante que nos queda.
Retomando a Gonzalo Arango: Lo que importa en definitiva no es morir con heroísmo o con esa falsa grandeza de los mártires, sino vivir dramáticamente, afirmando en cada acto, no solo la vida, sino el sentido de la vida.
Adi
Viejo Rafa: En Barranquilla van doscientos y tantos crímenes en lo que va del año. Estos incluyen líderes sindicales, comunitarios, delincuentes, estudiantes, reencillas personales, en fin crímenes de todo orden.La pregunta es: ¿Cuantos se han resuelto con la captura y encarcelamiento de los verdaderos asesinos?Nadie lo sabrá. Dice la gente que el 95% de los crímenes quedan impunes aquí en la zona. Un dato del crimen como delito grave, no como asesinato: Nuestro actual Alcade Guillermo Hoenisgberg Bornacelli, y su padre político Bernardo Hoyos Montoya exalcalde, se encuentran sub-iudice desde hace doce años por malos manejos que todo el mundo conoce en la ciudad, y andan campantes, el uno de alcalde y el otro de jefazo político. El anterior Humberto Caiaffa también es objeto de investigaciones. ¿Cuando concluirán?. Aclaro ninguno es pobre, mas bien pudientes, tal vez, tal vez ricos muuuy ricos. ¿Que sabes sobre el testaferrato? Sería bueno un artículo.
En fin amigo, este estado fracasado (Así lo acaban de clasificar en el número 26 una de esas organizaciones clasificadoras y medidoras internacionales) ¿tendrá remedio?
Algo decías en otro artículo sobre la impunidad de los Paras, ¿Lo sumamos a lo que envías hoy?. Está cabrón, Rafa, muuuy cabrona la cosa. Ya no hay para donde esconderse.¿Será como dicen: Al monstruo lo combates o lo invitas a cenar?
Saludo y palmada en el hombro por lo que haces Hindenburg Pernett
Felicitaciones al señor Rincón por sus sentidas y muy bien redactadas notas, que ponen el dedo en la llaga.
Un saludo cordial,
Jorge Gómez P.
los crimenes de estado no los investiga el mismo estado, lamentablemente maestros, líderes como el caso del señor Haider entre tantos ocurridos se quedan en la impunidad, me acojo a tu comentario y estoy en tu acompañamiento,
Héctor
Lindo homenaje a un líder. No dejarlo en el silencio, ni el anonimato.
Clara María
Gracias a la colega JULIANA MEDINA, su yesquero ha entrado a mi vida. La sensible nota sobre el líder paisa asesinado me hizo recordar al gran maestro de Turín, Norberto Bobbio: "En la guerra, la razón es de quien tiene la victoria, en la paz la victoria es de quien tiene la razón."
Con respeto y admiración,
JESUS ORTÍZ MUÑOZ
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