17 de enero de 2006


el Yesquero No. 85
CONSULTORIO DE DERECHOS Y GOBERNABILIDAD
Corporación háBeas.corpus
Correo:
elYesquero@gmail.com; Medellín-Colombia


LAS VALLAS ILEGALES
FELONÍA POLÍTICA

Por
Rafael Rincón (*)

La publicidad busca dejar un mensaje en el receptor y cuando es política pretende asociar una imagen con una propuesta partidista o electoral. Gran parte de la publicidad política en Colombia está hoy relacionada con la palabra seguridad y la imagen ya posicionada de ella es la del Presidente Uribe Vélez quien ha trabajado en sus dos campañas y en su gobierno para ser identificado con ese valor más el adjetivo democrático.

Aún cuando la mayoría de los candidatos reconocen que es la hora de posicionar la agenda social, por los menos al lado de la de seguridad, desde el punto de vista publicitario se niegan a asumir el reto de colocar lo social de primero y no quieren hacer el gasto, por eso han optado por el camino fácil, pegarse del discurso de seguridad ya establecido.

Uno de los medios publicitarios escogidos son las vallas y los carteles. La economía y las virtudes de recordación y frecuencia de esta publicidad hacen de ella la mejor opción, pues para la mayoría la televisión, la radio y la prensa tiene costos que no pueden asumir.

Pero, en el afán publicitario hay candidatos que creen que la publicidad trabaja por ellos y abusan de ella fijando carteles y vallas en lugares prohibidos. Convierten la campaña política en un acto de depredación y de contaminación ambiental. Son aspirantes al Congreso o congresistas que buscan la reelección por encima de las leyes que ellos mismos crearon y proclamaron.

La saturación de vallas, los carteles en los árboles, en los monumentos públicos, en los postes de servicios públicos, en las señales de tránsito o las paredes pintadas venden una imagen del candidato que llegará al Congreso no a legislar sino a burlarse de la ley.

Son ilegales las vallas de los doctores Manuel Ramiro Velásquez, Carlos Alberto Zuluaga, Luis Guillermo Vélez, Germán Hoyos que exhiben la foto de Uribe Vélez como candidato presidencial (Avenida Oriental con Argentina) pues según la ley de garantías el presidente-candidato debe iniciar su campaña tres meses antes de las elecciones; son ilegales las paredes pintadas que invitan a votar por el Dr. Hernán Gómez Agudelo para la Cámara de Representantes o por el Dr. Carlos Gaviria Díaz para presidente (Variante de Caldas), porque infringen las normas de la publicidad visual exterior; son ilegales todas las vallas que violan los niveles permitidos de saturación y que, por lo tanto, se convierten en contaminación ambiental al degradar el recurso paisajístico.

Las vallas ilegales atentan contra la integridad del medio ambiente, deterioran el espacio público, generan inseguridad vial, rompen el equilibrio de las campañas electorales, violan el principio de transparencia de la campaña electoral y son una felonía con los aspirantes que compiten dentro de las reglas de juego.

Es competencia de las Secretarías de Gobierno municipal desmontar las vallas que violan las normas que regulan la publicidad visual exterior y la ley de garantías (Ley 140 de 1994 y ley 996 de 2005). No puede la alcaldía municipal hacerse la de la vista gorda, aunque la de Medellín no da el mejor ejemplo con la ubicación de sus vallas, pues las hay a borde de carretera sin guardar la distancia de ley (Avenida regional, a la altura de Monterrey).

Las administraciones municipales de Bucaramanga y Pereira han desmontado y sancionado las campañas a senado de Yolanda Pinto y del senador Mergh por su instalación anticipada y por realizar doble publicidad al solaparse con la imagen presidencial.

Es competencia de los Comités para la Coordinación y Seguimiento de los procesos electorales de cada municipio escuchar las quejas de la ciudadanía y tramitarlas ante el Consejo Nacional Electoral para que se apliquen las sanciones, generalmente multas, a las campañas políticas que infringen la ley.

Quien viola las normas de la publicidad visual exterior (Ley 140 de 1994) y las normas electorales no sólo contamina y envía un mensaje contraproducente al elector sino también que rompe el equilibrio en la campaña electoral. Una campaña sin respeto a la ley es una campaña desigual en donde pueden ganar los más fuertes y los más ricos, es una campaña anarquista y plutocrática, pero no democrática.



Medellín, 17 de enero de 2006

(*) Director del Consultorio de derechos y gobernabilidad, hábeas.corpus.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Acabo de leer tu artículo sobre las vallas de publicidad política y me pareció muy pertinente y oportuno. espero que tenga eco en los partidos y en la Alcaldía.

Buena suerte

Ramón

Anónimo dijo...

Otros perjudicados con las vallas somos los empresarios que cumplimos con la ley, y perdemos los clientes, pero, además nos sentimos como unos pendejos.


Esteban Uribe R.
Vallas Girardot