12 de julio de 2005

el Candil No.61
OBSERVATORIO DE DERECHOS Y CONFLICTO URBANO
Instituto Popular de Capacitación. Medellín-Colombia

SREBRENICA ESPERA JUSTICIA

Por
Rafael Rincón
Analista


Srebrenica es una aldea minera europea de 3.500 habitantes entre Serbia y Bosnia Herzegovina, países que hicieron parte de la antigua federación yugoeslava.

En 1991 la población de Srebrenica tenía una composición poblacional de 75% musulmana y 25% serbia. En 1993, después de haber estallado la guerra de los Balcanes, la población fue declarada zona segura por las Naciones Unidas; muchos musulmanes encontraron allí un lugar seguro para salvar sus vidas.
Sin embargo, el 11 de julio de 1995 los serbios se tomaron la población; los cascos azules holandeses, en franca minoría, no resistieron, y entregaron la zona segura. En 30 horas, 23 mil mujeres y niños fueron deportados, los lugares sagrados destruidos; al mismo tiempo, los soldados serbios separaron a los hombres con edades entre 12 y 77 años para ser "interrogados por sospechas de crímenes de guerra". Lo que siguió fue lo peor que ha pasado en debacles humanitarias después de la segunda guerra mundial en Europa: una masacre de 8.000 personas.


Desde julio 12 hasta el 18 del mismo mes de 1995 fueron asesinados, torturados, violentados, humillados 8.000 varones musulmanes en la llamada “zona segura” de la ciudad de Srebrenica. La masacre pasó después que la Fuerza de Protección de las Naciones Unidas se negara a defender la zona segura y la entregó al ejército serbio comandado por el General Ratko Mladik.
Srebrenica fue la muestra de la indiferencia europea en el conflicto de la exyugoeslavia, y en particular, en lo que tiene que ver con la protección de la población civil y la ayuda humanitaria; Srebrenica mostró la incapacidad de las fuerzas de la ONU para proteger la vida, y obligó a los bombardeos aéreos de la Organización del Tratado del Atlántico Norte, OTAN, que finalmente obligaron a los serbios, bosnios y croatas a sentarse en la mesa de negociaciones. De allí salieron los acuerdos de Dayton (Ohio, USA) que contuvieron la violencia y dieron una estructura de gobierno que con muchas dificultades permite la convivencia.

Pero, la violencia contenida no ha producido justicia. Diez años después los autores están siendo juzgados como reos ausentes por un Tribunal Penal Internacional en La Haya, Holanda. El líder serbio bosnio Radovan Karadzic y su comandante militar Ratko Mladik, considerados los autores materiales no han sido presentados ante la justicia. Sólo en 1998 el General Radislav Krstic, segundo al mando, fue detenido, procesado y condenado a 46 años de cárcel; él fue hallado culpable de genocidio, persecución, exterminación, muerte, asesinato y transportación forzosa de musulmanes serbios.

Slobodan Milosevic, exdictador de Yugoeslavia, es considerado el responsable político de ésta masacre; fue él quien quiso construir una “Gran Serbia” usando todos los métodos de una dictadura nacionalista.

Para procesar a los responsables se creo el Tribunal Penal Internacional sobre Yugoeslavia que sesiona desde el año 2002 en La Haya, Holanda, y en donde está siendo juzgado Milosevic y 800 perpetradores más. Mediante estrategias dilatorias el acusado ha estado prolongando el macrojuicio y responsabilizando a occidente de la debacle; pero, cada día son más los generales serbios que confiesan las atrocidades y ponen en aprietos su defensa.

La masacre de Srebrenica es el hecho más atroz que ha ocurrido en Europa después de la segunda guerra mundial. De las 8.000 ejecuciones sólo han sido identificadas 2.000 y sepultadas 1.400, quienes se encuentran en el cementerio de Potocari, el mismo que se llena diariamente de viudas y huérfanos.

La fiscal del Tribunal Penal Internacional Carla del Ponte anunció que no asistirá a la conmemoración de los 10 años de Srebrenica, dice que hasta que no sean capturados los responsables no siente capacitada para mirar a los ojos de las víctimas.

Para Colombia, Srebrenica es una masacre lejana. Aquí estos crímenes se llaman Trujillo, Mapiripan, El Aro, Tenche, Bojayá. De todos estos execrables hechos la humanidad espera que la justicia internacional haga lo suyo y que las víctimas por lo menos tengan memoria y conserven la esperanza de la verdad, la justicia y la reparación.

Medellín, 12 de julio de 2005

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me encantó este Candil, no solamente hay que darle
leña cuando a alguien no le gusta, tambien es
importante decir que salen unos buenísimos, asumiendo
riesgos frente a la vida de quien los escribe.

Este Candil me pareció bellisimo, me gustó mucho, a
veces es terrible buscar un espejo para que no estemos
hiriendo suceptibilidades o intereses, pero creo que
en esta oportunidad lo doloroso del espejo, lo
convierte en un simil dolorosamente bello.

Adriana B

Anónimo dijo...

Me parece que hay un error en el escrito (¿O será que no entiendo bien?). La población de la aldea Srebrenica es de 3.500 personas y los desplazamientos y genocidios son superiores a 8.000?

Saludos, Jorge Arturo Escobar Restrepo