el Candil No. 50
Observatorio de derechos y conflicto urbano del IPC
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EMPRESAS PÚBLICAS SIN ESTADO

Por
Rafael Rincón
Analista
26 de abril de 2005

La propuesta de consolidación de las EE.PP.M. plantea, por un lado, colocar todos los huevos en una sola canasta, es decir, integrar todas las inversiones de telecomunicaciones (telefonía fija, movilidad, internet, trasmisión de datos, T.V. por cable) en una sola empresa, con el fin de tener una coordinación centralizada y contar con una sola estrategia. Pero, por otro lado, y contradictoriamente con la filosofía anterior, propone escindir, es decir, separar telecomunicaciones de las EE.PP.M., para que las unidades estratégicas de agua y energía, dicen los proponentes, no corran con los riesgos de la UEN de telecomunicaciones.

La propuesta nos invita a “pensar en el futuro”, a renunciar al debate de la privatización. Pensar en el futuro es, para la Gerencia de EE.PP.M., representarnos una empresa de telecomunicaciones organizada como corporación por acciones, “siempre públicas”, con capital privado, controlada por los gremios, organizada en torno a los clientes, en donde los derechos de propiedad son de los accionistas, y el ciudadano tiene los derechos del consumidor, y ya no los del propietario.

En este escenario el proponente advierte como riesgos el mercado, la competencia y la politización de la empresa. La propuesta busca reconfigurar a las empresas para competir en el mercado, fusionando todas las inversiones de telecomunicaciones, creando una corporación por acciones, y entregando, este capital a la banca de inversión.

Además, la propuesta busca arrebatar las decisiones estratégicas al Alcalde y al Concejo de Medellín, esto lo llaman despolitizar y gobernabilidad. El poder de las EE.PP.M. estaría en sus accionistas.

Esta invasión de lo privado en lo público no es más que una forma de privatización. Aunque es diferente de las primeras privatizaciones de la década del ochenta, en las cuales se enajenaba el patrimonio público para superar el déficit fiscal o para pagar la deuda externa, o para mejorar la eficiencia, o para castigar la burocracia o como lucha contra la corrupción.

En EE.PP.M. los tradicionales argumentos para la privatización no tienen cabida. Por eso la estrategia de consolidación es una privatización silenciosa; es un proceso en donde se busca fortalecer el sustantivo del ente descentralizado, las empresas, pero, a su vez este proceso quiere debilitar el adjetivo, públicas de Medellín.

La segunda parte del nombre del ente descentralizado “Públicas de Medellín” significa una empresa patrimonio de la ciudad; mientras que unas empresas llamadas “públicas”, que no sean de Medellín, sino del mercado accionario, significan unas empresas sin Medellín, en pocas palabras serían unas empresas públicas sin Estado, unas empresas públicas privatizadas.